Las 22 concesiones otorgadas por el Gobierno Federal a mineras transnacionales para explotar zonas sagradas de la comunidad Huichol, son un claro ejemplo de la vulnerabilidad y desprotección que sufren las comunidades indígenas en México, señaló Jesús Sesma Suárez, secretario de Comunicación Social del Partido Verde.

“Este instituto político ya había denunciado que la minera canadiense First Majestic Silver, que ya explota minas en Jalisco, Coahuila, Durango y Zacatecas, obtuvo autorización para explotar seis mil 326 hectáreas en el desierto de Real de Catorce, San Luis Potosí, y demandamos se revisara si se presentó el estudio de impacto ambiental, así como el plan de mitigación que exige la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente para poder otorgar dichas concesiones”, recordó el vocero.

Añadió que se debe impedir que compañías extranjeras dañen patrimonio nacional, pues es bien sabido que la actividad minera genera un grave impacto ambiental, especialmente en lo que respecta a la gestión de residuos, la mayoría de ellos son considerados tóxicos, explosivos e inflamables, por lo cual se arriesga el equilibrio ecológico y la salud humana de los habitantes de la zona, pero especialmente pone en peligro lugares sagrados para la comunidad Huichol.