Por el volumen y calidad de su producción científica, cuatro integrantes de la Academia Mexicana de Ciencias fueron reconocidos anoche con el Premio Scopus 2013, el cual otorga la editorial científica holandesa Elsevier, una de las más importante a nivel mundial, en colaboración con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Por séptimo año consecutivo, un  grupo de investigadores mexicanos fueron distinguidos con este galardón, el cual se otorga utilizando la base referencial Scopus, una herramienta digital adoptada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), para medir la productividad de los científicos en los países que integran dicha organización.

Scopus es una base de datos bibliográficos de resúmenes y citas de artículos y revistas científicas, que cubre alrededor de 18 mil títulos de más de cinco mil editores en el mundo, incluyendo la cobertura de 16 mil 500 revistas revisadas por pares.

Este instrumento contabiliza el número de publicaciones generadas por los investigadores durante el año transcurrido y mide la calidad de su trabajo a través del número de citas que tuvieron por otros investigadores y científicos alrededor del mundo.

De los siete científicos mexicanos premiados en el 2013, cuatro son miembros de la AMC, los doctores María Corsi Cabrera, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por sus trabajos en el área de la neurofisiología; Alberto Sánchez Hernández, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados por sus investigaciones en el área de Física y Matemáticas.

Junto con ellos también fueron reconocidos Luis Arturo Bello Pérez, adscrito al área de Biotecnología y Ciencias Agropecuarias del Instituto Politécnico Nacional; y Jorge Ancheyta Juárez por sus aportaciones en la rama de Ingeniería en el Instituto Mexicano del Petróleo.

Otros de los premiados son José  Sandoval Romero, de la UNAM por sus estudios en el campo de la Biología y Química; el maestro en Ciencias  Francisco Sánchez Guerrero, quien realiza investigaciones en el área de Medicina y Ciencias de la Salud en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas Salvador Zubirán; y Alejandro Sánchez Sánchez, por sus estudios en Ciencias Sociales en la Universidad de Baja California.

La ceremonia  de entrega del Premio Scopus 2013 se llevó a cabo en el Castillo de Chapultepec con la presencia de personalidades de medio académico, autoridades de la administración federal, del sector privado, amigos y familiares de los científicos galardonados.

Antonio Barradas, director regional de Elsevier para México y América Latina Norte, aseguró que es un honor destacar y premiar el esfuerzo que se realiza en el campo de la investigación para lograr incentivar, motivar y continuar con el proceso de mejorar la producción científica de México, que  “viene creciendo consistentemente a una tasa del 6.6% en los últimos diez años, lo cual es producto del esfuerzo conjunto entre los investigadores, grupos de colaboración, políticas de estado y autoridades, que trabajan  para el desarrollo de la ciencia, tecnología e innovación mexicanas”.

El director del Sistema Nacional de Investigadores del Conacyt, Eugenio Cetina Vadillo, reconoció por su parte que hoy en día el desarrollo de la tecnología enfrenta muchos retos, entre ellos el acceso rápido, eficiente y global a sistemas y bases de datos que contribuyan al desarrollo del conocimiento y al fortalecimiento de las capacidades científicas, tecnológicas y de innovación, aspectos que consideró  fundamental para el progreso del país.

En tanto, Charles Pallandt, director internacional de Elsevier para Mercados Emergentes (que incluye América Latina, Rusia y Europa del Este) dijo que los Premios Scopus son un estímulo para que los investigadores mexicanos tengan una mayor proyección internacional.

En 2011 y 2012, investigadores, profesores, alumnos y otros profesionales de instituciones mexicanas descargaron más de 14 millones de artículos en formato digital, que representa un aumento del 50.4% en el número de descargas con respecto a años anteriores, lo que ha beneficiado la capacidad del sistema de investigación y desarrollo mexicano. Lo anterior gracias a la fundación del Consorcio Nacional de Recursos de Información Científica y Tecnológica (CONRICyT), que permite el acceso a millones de artículos en formato digital de cuatro editoriales, entre ellas Elsevier, así como de dos integradoras de contenidos.