Bruselas.─ La Comisión Europea (CE) propuso reforzar en la Unión Europea los controles sobre la carne en alimentos procesados, en respuesta al escándalo de la carne de caballo encontrada en platos preparados y hamburguesas etiquetados como vacuno.
Así lo anunció el comisario europeo de Salud y Política de Consumo, Tonio Borg, en rueda de prensa tras la reunión informal a la que asistieron los titulares de Agricultura y Consumo de los siete países que hasta la fecha se han declarado afectados por el problema: Francia, Reino Unido, Rumania, Suecia, Luxemburgo, Polonia y Países Bajos.
Según explicó el político maltés, habrá dos series de pruebas, la primera sobre el ADN en carne de vacuno y la segunda para ver si hay rastros de fenilbutazona, un antiinflamatorio.
Los controles, que costarán unos tres millones de euros en toda la UE, se realizarán durante el mes de marzo, con el objetivo de disponer de resultados el 15 de abril.
El objetivo de la prueba sobre la carne de caballo es descartar que no existe un riesgo sanitario ─de momento no hay indicios de ello─ y recuperar la confianza de los consumidores.
Miles de muestras
Se trata de dos series de pruebas: la primera contendrá dos mil 500 muestras sobre la carne de vacuno en alimentos procesados y la segunda cuatro mil para ver si hay fenilbutazona en la carne de equino.
En esta segunda serie habrá dos mil 500 muestras de carne de caballo producido en la UE y mil 500 de carne de equino importado.
En la UE se consumen anualmente 110 mil toneladas de carne de caballo, de las que 30 por ciento procede de importaciones. Los mayores exportadores son Canadá, México y Argentina.
Para alentar a los estados miembros a que lleven a cabo las pruebas, la Comisión Europea cofinanciará hasta 50 por ciento de los costos de los test, es decir, 200 euros por cada muestra que se haga.
En el caso de que las conclusiones lo recomendaran, los test se prolongarían durante dos o tres meses más, añadió. En España, se llevarán a cabo unas 200 pruebas en cada caso, indicaron fuentes comunitarias.
El ministro británico de Medio Ambiente, Owen Paterson, defendió la idea de ampliar a toda la UE los controles obligatorios de ADN sobre la carne contenida en productos procesados y de incluir un etiquetado en esos alimentos, para informar del origen de la misma, al tiempo que aseguró que Londres está “totalmente decidido a llegar al fondo” del problema.
Respuesta colectiva
El titular irlandés de Agricultura, Simon Coveney, que representó a la presidencia irlandesa de turno, insistió en la necesidad de “una respuesta colectiva” de los Veintisiete para abordar “un problema europeo”. El ministro irlandés calificó de “fraude” y de “totalmente inaceptable” lo ocurrido, y destacó la necesidad de encontrar a los responsables y de implementar medidas para evitar que vuelva a haber casos similares en la UE.
En este sentido, planteó la importancia de que alguna institución europea ejerza el papel de “coordinador central”, una tarea para la que Europol podría ser el ente apropiado, dijo.
Tanto Coveney como el comisario maltés descartaron ofrecer datos sobre las investigaciones que están llevando a cabo los países, hasta que existan datos concluyentes.
Bruselas está además a la espera de los resultados de un informe para decidir si hay necesidad de presentar nuevas normas de etiquetado sobre los productos procesados a base de carne.
Exigencia francesa
Francia pidió a la UE que extienda a todos los alimentos procesados que contengan carne la obligación de incorporar un etiquetado con el origen del producto, según los titulares de Agricultura y de Consumo, Stéphane Le Foll y Benoît Hamon.
La propuesta de la Comisión se adoptará el próximo viernes, en un Comité Permanente de la Cadena Alimentaria, formado por representantes de toda la UE. El escándalo de la carne de caballo se abordará asimismo con el resto de países de la Unión en el Consejo de ministros que tendrá lugar el próximo 25 de febrero, donde se examinarán otras medidas a mediano y largo plazos.
Fuente: EFEAGRO