Aquellas regiones que se encontraban más lastimadas por la violencia, hoy están recuperando la tranquilidad que sus familias y comunidades merecen, aseguró de forma contundente el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

Al comparecer ante diputados federales para la glosa del tercer informe de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, el funcionario les dijo textualmente: “Desde Chihuahua, Nuevo León, Sinaloa, Durango hasta Michoacán, San Luís Potosí, Tamaulipas, Morelos y varios estados más, hemos acudido en apoyo de las entidades para hacer frente a los delitos, a los delincuentes, sin importar al fuero al que pertenecen estos delitos.

“Esto se ha logrado porque la seguridad ya no está al servicio de la política. Por el contrario, en el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, la política está al servicio de la seguridad.

“Mantenemos una comunicación y colaboración permanentes con los gobiernos locales y las organizaciones de la sociedad civil.

De ello dan cuenta las más de 60 reuniones que el Gabinete de Seguridad ha mantenido con los gobernadores, así como las miles que se han realizado, los Grupos de Coordinación Local.

“Y a tres años, hoy es un hecho que la violencia y los delitos están disminuyendo en gran parte del país.

Les comparto algunos ejemplos.

“De acuerdo a la última cifra publicada, comunicada por el INEGI, entre el 2012 y 2014, la tasa de homicidios bajó de 22 a 16 por cada 100 mil habitantes. Esto significa una reducción del 25 por ciento en tan solo dos años.

“Asimismo, a través de la Estrategia Nacional Antisecuestro, que prioriza la acción coordinada con las 10 entidades donde se concentra este delito, entre enero y agosto de 2015, se logró reducir 32 por ciento, respecto al mismo periodo del año anterior.

“Lo mismo en el caso del robo, que disminuyó en 10 por ciento, o la extorsión, que ha bajado casi 17 por ciento. Ambos, en el periodo ya señalado.

“En otras palabras, todos los delitos de alto impacto se están reduciendo significativamente.

“Esto no quiere decir, lo dejo muy claro, que la tarea esté concluida. Y por supuesto, somos los primeros en reconocer que persisten retos. Pero a cada uno de ellos, le seguimos haciendo frente con decisión y compromiso.

“Además de lo inmediato, estamos actuando para erradicar las causas que generan la violencia. Pasando de las respuestas coyunturales, a las soluciones de fondo.

“Así, el Programa Nacional de Prevención beneficia hoy a casi cinco millones de personas que habitan en los municipios donde se concentra más del 50 por ciento de los delitos del fuero común.

“Como parte de este esfuerzo, en tres años se han destinado más de siete mil 700 millones de pesos a generar oportunidades para niñas, niños, mujeres y jóvenes.

“Así se está evitando que quienes viven en colonias vulnerables opten por actividades fuera de la ley.

Adicionalmente, hemos dado prioridad al fortalecimiento institucional a nivel local. El objetivo es que sin importar dónde vivan, dónde vivan los ciudadanos, siempre puedan confiar en sus policías.

“Para ello, hemos venido trabajando desde el Consejo Nacional de Seguridad Pública, impulsando un modelo integral de desarrollo policial, que profesionalice y dignifique su labor en estados y municipios.

“Se trata de una tarea en la que la Federación coadyuva, pero en la que cada orden de gobierno debe de asumir su responsabilidad.Y si bien ha habido avances, el modelo que ha persistido por décadas, ha probado ya ser insuficiente.

“La coexistencia de miles de corporaciones locales fragmentadas y poco profesionales ha permitido, incluso, que en algunos casos estas fueran intervenidas por la delincuencia organizada.

“Los hechos ocurridos en Iguala son el ejemplo más doloroso e indignante de ello. Se trata de hechos que siguen y seguirán siendo investigados a fondo.

“Ya se ha detenido a 111 presuntos responsables, pero se seguirá adelante hasta dar con el último culpable y acreditar plenamente qué fue lo que sucedió. La verdad que todas y todos los mexicanos merecen saber.

“Pero para que nunca se repita un caso igual, debemos traducir la indignación en cambios de fondo”.