Legisladores de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión sacudieron conciencias por el mercado negro en que se ha convertido la comercialización del tabaco en México y por ello acordaron solicitar a la Comisión Federal para la Protección contra los Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) un informe detallado sobre las acciones realizadas y resultados obtenidos en materia de comercio ilícito de productos derivados de ese maligno producto.
En el dictamen emitido el miércoles pasado, expone que en mayo de 2013, la Alianza contra los Productos Ilegales aseguró que la venta ilegal de cigarros, con relación al mercado formal, aumentó de dos por ciento en 2011 a 17 por ciento en 2013, debido a la mayor carga tributaria aplicada al tabaco y sólo en Chetumal la PGR aseguró casi 15 millones de cigarros que ingresaron al país de manera irregular.
Se agrega que de acuerdo con la Confederación de Cámara Industriales (CONCAMIN), en 2012 16.6 por ciento de los cigarros vendidos en el país tiene su origen en el contrabando, ya que existen alrededor de 102 marcas que se comercializan sin consentimiento de las autoridades.
Estas cajetillas, se subraya en el documento, entran en forma ilegal al país, provenientes de China, Estados Unidos y Paraguay, de manera que nueve de cada diez cigarros son vendidos en el comercio no organizado.
Además, se tienen registrados 400 mil puntos de venta de cigarros sueltos que se expenden de manera irregular a menores de edad y según la Dirección General de Epidemiología de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud en estos establecimientos se comercializan en promedio 800 mil cajetillas diarias.
Cabe destacar que en México el consumo de tabaco y sus derivados ocasiona más de 60 mil muertes al año, por lo que este problema impacta negativamente en la economía familiar y ocasiona una pérdida de la productividad laboral además de elevados costos para el sector salud.
Por todo ello, consideraron los legisladores, es importante eliminar todas las formas de comercio ilícito de tabaco, para lo cual es necesario obligar a las autoridades competentes a tomar medidas para lograr un control efectivo de la cadena de suministro de estos productos.
“El comercio ilícito --señalaron-- contribuye al consumo de tabaco y con ello a tasas altas de enfermedades y defunciones por causas relacionadas con el tabaquismo, al ofrecer productos a precios menores”.
Subrayaron que el comercio ilícito “no permite que los gobiernos perciban miles de millones de dólares por ingresos fiscales al año, lo cual pone en riesgo la ley y el orden, lo mismo que la seguridad internacional”.