El senador Mario Delgado Carrillo, aseguró que en el PRD “necesitamos un liderazgo fuerte, que venga con la legitimidad de la base y no provenga de un acuerdo cupular;  que ante la falta de ideas no se recurra a las descalificaciones sino por el contrario, se abra a la gente para discutir abiertamente cual va a ser el rumbo de la izquierda”.

Al hablar sobre el proceso de renovación de dirigencia en el PRD, señaló que hay una gran inconsistencia en quienes controlan el Partido. Aunque no tengan legitimidad, no quieren consultar a las bases porque suponen cuentan con la mayoría de los votos y para la Reforma Energética sostienen que aunque el PAN y el PRI tienen los votos, no tienen la legitimidad ni aprobación de la gente.

Hizo ver que la única posibilidad de que el país pueda cambiar en su tendencia de mayor desigualdad, pobreza, sin crecimiento económico y cada vez más violencia, es que la izquierda pueda ganar la Presidencia de la República, pero eso implica comenzar a construir el triunfo desde ahora.

Delgado Carrillo se pronunció a favor de la propuesta de Marcelo Ebrard sobre el destino y características que debería tener el PRD, eso es lo que no se quiere discutir y ante la falta de ideas se recurre a la descalificación personal como distractor para evitar el debate de fondo, indispensable en el seno del partido.

Para los que no están informados o no quieren recordarlo, el senador del Sol Azteca, dijo que Ebrard fue quien planteó recurrir a la consulta popular establecida en el artículo 35 Constitucional para combatir con una consulta popular la Reforma Energética, para lo cual ha aportado casi 300 mil firmas, cuando hay otros muchos, que dicen defender el petróleo, pero no han levantado ni una sola firma.

Sostuvo que Marcelo Ebrard es uno de los políticos más reconocidos en todo el país, con mayor nivel de conocimiento y con mayor prestigio por los resultados que tuvo en la Ciudad de México.

Lo importante ahora, aseguró Delgado, es que el PRD se abra a la gente, se pueda discutir abiertamente cuál va a ser el rumbo de la izquierda, pero no nada más en una lógica de las corrientes o de los grupos que están con el control en el PRD, sino abrirlo a la sociedad, a todos los quieran participar dentro de la izquierda y que actualmente no pueden, porque el partido cada vez se cierra más.

Prueba de ello es la propuesta de que la elección del nuevo Presidente la decidan entre unos cuantos, en acuerdos cupulares y no se tiene la disposición de abrirlo para que sean los simpatizantes quienes decidan el destino de la izquierda.

Concluyó: “Necesitamos un liderazgo fuerte en el Partido, que venga con la legitimidad de la base y no que sea un acuerdo cupular entre unos cuantos”.