En las últimas administraciones el robo de hidrocarburos se ha multiplicado exponencialmente como resultado de la creciente influencia de los grupos de la delincuencia organizada asociada con la rampante corrupción e impunidad, acusó el diputado federal José Luis Valle Magaña.
Añadió, desde la tribuna de la Cámara de Diputados, que de 2008 a 2011, PEMEX erogó alrededor de 105 millones de dólares en un sistema de seguridad para vigilar la Red Nacional de ductos y 244 millones 905 mil pesos en servicios de patrullaje.
Pero aun así, dijo el legislador, en 2011 la paraestatal reportó un incremento en el robo de hidrocarburos del 38 por ciento y “estas tendencias funestas se han mantenido en este 2012 y se estima que el volumen de hurtos asciende a más de millón y medio de barriles por semestre. Por ello la paraestatal ha estimado pérdidas por miles de millones de pesos por concepto de ordeña a los ductos”.
Afirmó que ha sido de tal magnitud del problema, que desde la dimensión legislativa se ha tratado de inhibir dicha conducta antisocial con reformas al Código Penal Federal y a la Ley Contra la Delincuencia Organizada, para incluir la conducta típica descrita en la fracción cuarta del artículo del artículo 368 del Código Penal Federal, dentro del catálogo de delitos contemplados en el artículo dos de la ley Federal de Delincuencia Organizada.
Recordó que además se hizo la especificación correspondiente en el Código Penal sustantivo para que las penas a que se refiere el citado artículo 368, se aumentaran hasta en un 50 por ciento, en atención a la actualidad del sujeto activo que se ha trabajado al servicio del Estado o servidor público.
Y agregó: “Con todos los intentos de Pemex por identificar y clausurar las tomas clandestinas en poliductos y en oleoductos, han sido insuficientes, situación totalmente preocupante tomando en cuenta que el robo de combustible mediante la ordeña de ductos, lleva consigo no sólo la comisión de delitos graves que lesionan el patrimonio estatal; sino que también ponen en riesgo el medio ambiente y la afectación directa a la salud de las comunidades circundantes”.
Para concluir, dijo que en consecuencia resulta completamente pertinente hacer un llamado al gabinete de seguridad y a la Secretaría de Energía, para que destinen mayores labores de inteligencia, más tecnología, más recursos económicos y humanos, para ampliar la supervisión, vigilancia y eficientar las labores de prevención del robo de hidrocarburos.