Por Guillermo Pimentel Balderas
Alfredo Neme Martínez, vocero de la Federación Latinoamericana de Mercados de Alimentos (FLAMA), aseguró que de los 115 millones de alimentos producidos en México, se pierden desde el campo cerca de 40 millones de toneladas, alimentos que bien podrían servir para mitigar el hambre de los más de 28 millones de mexicanos en pobreza alimentaria.
Hizo un llamado al Gobierno federal y al Congreso de la Unión incluir a la cadena tradicional de alimentos en la planeación de políticas públicas, con el propósito de que se garantice el uso de esas mermas en la alimentación de quienes padecen pobreza alimentaria, así como de los más de 53.3 millones de pobres que hay en el país.
En entrevista, Neme Martínez precisó que tan sólo considerando las etapas post-cosecha de la cadena (sin incluir las pérdidas de campo) las mermas de alimentos ascienden a 21 millones de toneladas.
Por ello, insistió en que el combate a la pobreza sólo será posible si se vinculan cada una de las fases de Cadena Alimentaria: organizaciones y representantes de productores, transportistas, industriales, mayoristas, detallistas y consumidores.
“Se requiere de una visión sistémica enfocada al mercado y no asistencialista”, apuntó.
Ante este panorama, insistió en que junto con la CONACCA, la Federación Latinoamericana de Mercados de Alimentos, iniciarán los acercamientos necesarios con Sedesol, Sagarpa y Secretaría de Economía para presentarles una estrategia integral que permita reducir mermas alimentarias, pero también potencialice la cadena tradicional de alimentos en México.
“El objetivo será la modernización del sector, conservando sus elementos tradicionalistas, con el propósito de aumentar la calidad de vida de los más de 15 millones de empleos que se generan en toda la cadena del abasto alimentario y mejorar las oportunidades de compra del ama de casa y la población en general, en lo referente a los alimentos, en base a sistemas avanzados de mercadeo y una mejora sensible de servicio al consumidor”, destacó.
Explicó que entre las principales causas que ocasionan las altas mermas en alimentos, están las prácticas comerciales obsoletas, el bajo nivel cultural del sector, la falta de infraestructura y equipamiento, pero sobre todo, a la falta de planeación del sistema alimentario mexicano y su desarticulación.
El vocero de FLAMA anunció que trabajará de manera conjunta con la nueva presidencia de la Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes de Centrales de Abasto A.C., Arturo Salvador Fernández Martínez, para impulsar acciones que reduzcan las mermas de alimentos así como la incorporación de este sector en la Cruzada Nacional contra el Hambre, programa que a la fecha no reporta resultados visibles y el cual, sin la inclusión de productores y comercializadores pequeños y medianos, podría ir al fracaso.
“No vemos viable una verdadera lucha contra el hambre, si no se consideran a los más de 90 puntos mayoristas de alimentos del país, pues en ellos todavía más del 70 por ciento de la producción nacional de alimentos se comercializa a través de las centrales de abasto nacionales”, dijo.
Lo anterior, precisó, debido a que el cierre de los mercados públicos, las tienditas de barrio, los tianguis y de más formatos del comercio tradicional, aceleran la desaparición de los pequeños y medianos productores, así como la concentración del comercio en unas cuantas manos, advirtió.
Alfredo Neme Martínez insistió en que el combate a la pobreza sólo será posible si se vinculan cada una de las fases de Cadena Alimentaria: organizaciones y representantes de productores, transportistas, industriales, mayoristas, detallistas y consumidores. Se requiere de una visión sistémica enfocada al mercado y no asistencialista.
Finalmente, afirmó que los principales afectados de estas mermas son los consumidores, ya que pagan precios más altos, porque el valor de las pérdidas se traslada vía precios a la gente.