Bajo un mismo objetivo y una agenda, comunidades católicas, judías, evangélicas, cristianas, mormones, así como ateos, se unieron en la lucha contra la Trata de Personas y refrendaron su compromiso para no permitir, bajo ninguna circunstancia, esta forma de esclavitud dentro de sus organizaciones.
Así lo señaló la diputada federal Rosi Orozco, al encabezar un evento ante más de 2 mil personas, donde señaló que a este flagelo de la sociedad conocido como Trata de Personas, se unen para erradicarlo ya no sólo la sociedad civil y candidatos de varias expresiones políticas, sin importar color partidista, sino que ahora se suman a ellos estas comunidades religiosas.
En el evento estuvieron presentes la Fundaciones Reintegra, Fundación Camino a Casa, así como Pozo de Vida, quienes se congratularon por el apoyo recibido de las comunidades religiosas, pues este movimiento para erradicar la Trata de Personas se hace cada vez más grande y más fuerte.
El mensaje es claro, añadió Rosi Orozco, “No hagas a los hijos de otros lo que no te gustaría que le hagan a los tuyos”. Durante de este evento se hizo el reconocimiento a tres varones, que a gracias a su valor moral realizaron las denuncias pertinentes y se logró rescatar a jóvenes que eran golpeadas, explotadas laboralmente y abusadas sexualmente, incluso por sus propios familiares.
Rosi Orozco explicó que en este evento sin precedentes, en el que se unieron las diversas expresiones religiosas, se comprometieron a que ninguno de sus integrantes se dedique a la trata de personas, pues de lo contrario será expulsado de la comunidad y denunciada ante las autoridades.
Finalmente, explicó que las organizaciones religiosas se comprometieron a realizar acciones preventivas, informar a la sociedad sobre este ilícito y fomentar la cultura de la denuncia.