La compañía Johnson Controls, que exporta millones de baterías usadas de carro y camiones de Estados Unidos para su reciclaje en México, está liberando toneladas de emisiones peligrosas de plomo al aire en el país, muy superiores a las previstas en la operación de su nueva planta de Estados Unidos.
"Es inadmisible que Johnson Controls tenga estándares ambientales y laborales diferentes en su planta mexicana Enertec y exponga a la población a cantidades mucho mayores de plomo de las emisiones que se permiten en Estados Unidos, además de abrir recientemente, una instalación mucho más limpia en dicho país ", dijo Perry Gottesfeld, Director Ejecutivo de Ocupacional Knowledge International (OKI).
La planta de reciclaje de baterías Enertec de Ciénega de Flores, Nuevo León (propiedad de Johnson Controls) recién reporta al Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes (RETC) para el año 2010, emisiones atmosféricas de plomo 36 veces más altas que lo que vierte una planta similar en Estados Unidos. Estas cantidades de plomo también son 7 veces más altas, de lo que libera la planta de reciclaje de Johnson Controls en Florence, Carolina del Sur, que inició sus operaciones en septiembre.
También la planta de la compañía Shanghai fue cerrada a principios de año por las autoridades chinas tras informes de que 49 niños de la zona tenían elevados niveles de plomo en la sangre. Johnson Controls es el mayor fabricante mundial de baterías de plomo-ácido y también fue multado con 188,600 dólares en 2012 por la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de Estados Unidos (U.S. Occupational Safety and Health Administration /OSHA) por 11 violaciones a la salud al desatender la exposición al plomo en su planta de Ohio.
Un estudio publicado conjuntamente por Fronteras Comunes y Occupational Knowledge International en México y Estados Unidos el año pasado, reveló que las compañías norteamericanas se están aprovechando de la laxa regulación ambiental, de salud y laboral en México. A pesar de que el estudio, titulado “Exportando riesgos: Envíos de baterías de plomo usadas desde Estados Unidos hacia México aprovechan la debilidad de las normas de protección ambiental y de salud de los trabajadores1” recibió una amplia difusión en la prensa y fue objeto de un artículo de primera plana en el New York Times, estas prácticas contaminantes continúan creciendo. Los autores de la investigación denuncian que estas exportaciones, están dando lugar a una mayor exposición de plomo2, lo cual tiene graves repercusiones en la salud pública en México.
"La exposición ocupacional y ambiental al plomo que esta teniendo en México, superan con creces los niveles permitidos por el gobierno de Estados Unidos.", dijo Gottesfeld.
La Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) está investigando las prácticas de reciclaje de baterías de plomo y sus controles de exportación en América del Norte. "Esperamos que los resultados del Informe Independiente del Secretariado de la CCA sobre el manejo transfronterizo de baterías plomo-ácido usadas, documente el doble estándar de compañías como Johnson Controls en México; y logre que las autoridades ambientales fortalezcan un sistema de rastreo de estos residuos peligrosos para garantizar un reciclaje seguro, y que las autoridades de salud expidan, lo antes posible, una norma sobre límites biológicos máximos permisibles de plomo para trabajadores, que no existe en México”. "Creemos que la CCA debería pedir que los tres países de América del Norte trabajen conjuntamente para imponer normas equivalentes para protección del medio ambiente y la salud", agregó Marisa Jacott, Directora de Fronteras Comunes.
Fronteras Comunes ha dado seguimiento al flujo de las baterías de plomo usadas que entran a México y ha monitoreado los reportes de emisiones de plomo. Jacott ha hecho un llamado al gobierno mexicano para que atienda las disparidades regulatorias entre México y Estados Unidos y señala que las estadísticas de comercio muestran una tendencia creciente en el envío a México de baterías de plomo usadas, además de las que ingresan ilegalmente al país para un reciclaje informal (no autorizado):
• De 2010 a 2011, las exportaciones de baterías de plomo usadas a México aumentaron en un 38% (más de 327 millones de kilos);
• Aproximadamente el 75 por ciento de las baterías de plomo usadas exportadas por Estados Unidos, vienen a México.
Las baterías de plomo provienen principalmente de automóviles y camiones, pero también se utilizan en una amplia gama de aplicaciones, incluyendo las torres de telefonía celular, sistemas de energía solar, carros de golf y montacargas. Aunque los gobiernos están llevando a cabo importantes iniciativas para detener la exportación de desechos electrónicos, incluyendo —computadoras, televisores, teléfonos móviles y otros aparatos electrónicos a los países en desarrollo—, poca atención que se está prestando a este comercio mucho mayor de baterías usadas. Tanto las batería de plomo y el reciclaje de residuos electrónicos están causando graves efectos de contaminación ambiental y de salud en niños y adultos.