“Si en ocasiones somos incómodos al enviar una recomendación, ni hablar, pues entiendo que no siempre gusta, pero mi deber como presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos es señalar las fallas, las omisiones y particularmente proponer las soluciones, las alternativas para que no se repitan violaciones a los derechos humanos y particularmente para que se reparen las mismas cuando éstas ya se presentaron”.
Así lo advirtió el presidente de ese organismo, Raúl Plascencia Villanueva, al acudir a la Cámara de diputados a rendir su informe de trabajo desarrollado durante el año 2013.
En respuesta a la pregunta de un reportero, en el sentido de que el diputado Ricardo Mejía lo acusó de haber sido muy duro con los gobiernos estatales y blando con el Gobierno federal, el llamado ombudsman nacional dijo:
“La Comisión Nacional de los Derechos Humanos actúa con estricto apego a lo que establecen la Constitución y la Ley.
Cuando he tenido que hacer un pronunciamiento, lo he hecho. Cuando he tenido que defender los derechos de la sociedad, así lo he realizado; y ése es un compromiso con el cual seguiré y continuaré hasta el último día en que ejerza mi mandato.
“En aquellas autoridades en las que hemos observado responsabilidad, vía acción o vía omisión, en el tema de los derechos humanos, hemos emitido las recomendaciones correspondientes.
“Pero también logramos resolver tres mil 800 casos donde por acción de la Comisión Nacional y también por buena disposición de la autoridad, se logró restablecer el tema de los derechos humanos.
Diría que el trabajo de la Comisión Nacional está ahí, abierto, de escrutinio de todos”.