Por Guillermo Pimentel Balderas

*Sombrío panorama en México

Pedro Alejandro Díaz Hartz, presidente de la Coordinadora Nacional de Comités de Sistemas Producto, urgió al Gobierno federal se establezca un plan emergente de largo plazo para el agro nacional, ante la amenaza de un incremento de tierras ociosas (actualmente hay más de 7 millones de hectáreas), desempleo, migración e incursión de hombres y mujeres del campo en las filas de la delincuencia organizada.

Además, consideró que se requiere de una terapia de “shock” para resucitar al campo mexicano con acciones urgentes, como una revisión profunda de la política agropecuaria, impulso a la producción, otorgamiento de créditos dentro de los tiempos límites de siembra, asistencia técnica; así como un sector comprometido que esté en capacidad de responder a las demandas alimentarias del país.

El representante de diez productos básicos del agro, alertó que existe ya en nuestro país una penosa degradación social, por lo cual instó a que la Federación dé prioridad a establecer una política alimentaria de autosuficiencia basado en producción nacional y que dé pauta a la reactivación del mercado interno para que sea el motor de la economía de México, para generar empleos y arraigue a los jóvenes al campo con expectativas económicas viables y reales para formar una carrera agropecuaria.

Sin embargo, asentó que para lograrlo se requiere, entre otros puntos: definición de políticas públicas eficientes, con visión técnica y productiva, que no sean políticas, ni sociales, ni asistencialistas o paternalistas, pero sí emprendedoras e innovadoras.

Además, exigió que los limitados recursos erogados al campo sean aplicados con eficiencia para impulsar el desarrollo agropecuario e insistió en el peligro de que en el país se incrementan las zonas de producción ociosas, al mismo tiempo crece el desempleo, el campo envejece, jóvenes, mujeres y niños son arrancados de sus casas para emigrar algunos, otros ingresan a la delincuencia porque no encuentran incentivos laborales, económicos o sociales que los arraiguen a sus actividades productivas.

El empresario agrario demando al presidente Felipe Calderón establecer una política alimentaria de autosuficiencia, basado en producción nacional y que dé pauta a la reactivación del mercado interno.

Díaz Hartz, consideró importante la creación de una reserva estratégica de granos básicos y productos necesarios cuyo origen sea estrictamente de cosecha nacional; así como incorporar a los pequeños productores en esquemas de mayor rendimiento que permita no solo el autoconsumo sino la producción de excedentes para abastecer a los mercados regionales bajo el proyecto de “Circuitos Regionales de Producción y Abasto”, para el aprovechamiento e integración de valor agregado.