Hace tres semanas en esta cada vez más referente Grilla en el Poder, publicamos que desde esa fecha habían terminado las elecciones en el Estado de México, porque el PRI ya las había ganado en todos los frentes, mientras que el PRD y el PAN se estaban preparando para seguir la lucha en los tribunales.

Y así ocurrió, no nos equivocamos, porque la jornada electoral del domingo 3 de julio de este 2011, el candidato del PRI, PVEM y Panal, se alzó con la victoria de forma contundente, incluso superando las expectativas de los encuestadores que decían que el tricolor, con Eurviel Ávila Villegas, ganaría con 30 puntos porcentuales de ventaja.

Al final de la jornada electoral los priístas arrasaron con una victoria histórica, porque ganaron con casi el 40 por ciento porcentuales sobre el candidato del PRD, mientras que al abanderado del PAN le sacó casi 60 puntos de ventaja.

Pero el escenario que presentamos cuando apenas comenzaban las campañas en esa entidad, se confirmó con creces cuando el perredista Alejandro Encinas Rodríguez anunció que perdió la elección al gobierno mexiquense, porque “fue una elección de Estado” y por ello dará férrea pelea jurídica, con movilizaciones sociales pacíficas.

Por su parte, el panista Felipe Bravo Mena salió para reconocer que los resultados no le favorecían y sin mayores argumentos dio muestras de resignación política.

El mismo escenario se registró en las elecciones de Nayarit y Coahuila, donde el PRI ganó las dos gubernaturas y mayoría de las posiciones que estuvieron en juego, lo mismo que en el estado de Hidalgo.

Así las cosas, la pregunta que afloró en todos los frentes políticos, es que ahora cómo podrán parar a Enrique Peña Nieto rumbo a las elecciones presidenciales del 2012.