Senadores de varios grupos parlamentarios, con la participación de la organización “Reinserta” presentaron el anuario “Los niños invisibles del reclusorio femenil Santa Martha 2015”, compilado representativo de las condiciones que viven 377 niños y niñas en los centros de reclusión del país.
La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Angélica de la Peña Gómez, señaló que las condiciones de vida de quienes nacen y crecen en los reclusorios vulneran los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes; del total de la población carcelaria, el 4.8 por ciento son mujeres.
Detalló que actualmente de los 418 centros de reclusión sólo 10 son exclusivos para mujeres, en los que se alojan cuatro mil 189 internas y en los centros mixtos hay una población de siete mil 712 mujeres. Hay 377 menores viviendo con sus madres y 48 embarazadas.
A su vez, la presidenta de la Comisión de Gobernación, dijo que es urgente hacer modificaciones a la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, así como a la Ley de Ejecución Penal para garantizar el acceso a una vida digna y promover el respeto a sus humanos.
“Este anuario nos muestra una cruda realidad en la que se encuentran cientos de niñas y niños en nuestro país. Los testimonios muestran que son ellos los que realmente se encuentran en prisión y viven, por qué no decirlo, en un infierno, que no merecen por su inocencia”, agregó.
El presidente del Consejo Editorial del Senado de la República y el Espacio de Fomento a la Lectura, Zoé Robledo Aburto, consideró que éste esfuerzo es un primer paso ante un problema al que es indiferente la sociedad, pues en muchos casos los menores son víctimas de discriminación, incluso, por parte de su propia familia.
La presidenta de la organización “Reinserta”, Saskia Niño de Rivera, dijo que el anuario es una pequeña muestra de lo que se vive en los centros penitenciarios de mujeres y mixtos, pues retrata la forma de convivencia, aprendizaje y situación emocional de las niñas, niños y adolescentes, que en algunos casos viven con sus madres hasta los 12 años.