Ante el incremento de la inseguridad en zonas de turismo religioso, rurales y las destinadas al campismo, el diputado Óscar Saúl Castillo Andrade propuso que a través de las secretarías de Turismo, Agricultura y Defensa Nacional, se emprendan programas de protección y alerta.
Emitir un “protocolo de seguridad” para campamentos, dijo, no es suficiente, sino que es necesario que las asociaciones de campistas, iglesias, secretarías de turismo de los estados y los sistemas de seguridad nacional informen sobre los espacios de campismo y turismo rural.
Refirió que de acuerdo con la Asociación de Scouts de México y ante el aumento de la violencia registrada en los últimos años en estas zonas, se creó una lista de los lugares del Distrito Federal y el Estado de México, considerados peligrosos y que recomiendan no visitar.
Precisó que si bien se recomendó evitar zonas del Estado de México, Michoacán y Tamaulipas, también se ha capacitado a los integrantes de la Asociación en materia de seguridad para saber cómo actuar frente ataques, asaltos y situaciones de riesgo por actos violentos.
Castillo Andrade argumentó que es lamentable que se cancelen lugares de paseos tradicionales, porque tienen “alerta de peligro”, como: La Marquesa, El Ajusco, Iztaccíhuatl y San Rafael, El Parque Nacional Izta-Popo, Río Frío, y Las Lagunas de Zempoala.
Mencionó que desde hace años los habitantes de estas zonas exigieron a las autoridades locales mayor seguridad, ya que el número de visitantes ha decrecido de forma considerable debido a los constantes robos, extorsiones, secuestros y hasta masacres que se dan en algunos de estos lugares.
Tan sólo en el Ajusco, detalló, hay asaltantes cubiertos con pasamontañas y armados con machetes y pistolas, que amenazan a los visitantes y les roban sus pertenencias; incluso se sabe que ahí se cometen muchos secuestros y asesinatos.
Dicha situación, resaltó, obligó a que desde 2011 el gobierno del Distrito Federal incrementara el número de elementos policiacos que vigilan el área, “esfuerzo que parece haber sido en vano, pues las organizaciones criminales siguen haciendo de las suyas”.
El diputado del PAN subrayó que en las Lagunas de Zempoala, se ha visto que en los últimos años ha disminuido el número de visitantes casi en un 50 por ciento por los problemas de seguridad, a tal grado que los lugareños, quienes viven del turismo, han pedido en más de una ocasión la presencia del Ejército.
Además de los Scouts, alpinistas y exploradores, explicó, se encuentran las empresas dedicadas a los campamentos escolares, que son otra forma de turismo, así como el que realizan las instituciones religiosas, bajo la forma de “retiros espirituales”.
Mencionó que cientos de municipios se ven beneficiados con el alquiler de espacios para campamentos, puesto que conlleva la venta de comida, artesanía y servicios, pero el hecho de que existan pocas condiciones de seguridad merma considerablemente los ingresos de esas comunidades.
Óscar Saúl Castillo puntualizó que el turismo es una industria que se debe proteger e impulsar, por lo que a través de un punto de acuerdo que presentó en la Comisión Permanente solicitó a las secretarías de Turismo, de Agricultura y de Defensa Nacional brindar protección al turismo religioso, a los excursionistas y acampadores.
La proposición es analizada por la Primera Comisión -Gobernación, Puntos Constitucionales y Justicia- de la Permanente.