El director general de la Cuenca de Aguas del Valle de México de la Comisión Nacional del Agua, Fernando González Cañas, informó a los diputados federales que el sistema cutzamala entrega a la región un caudal  promedio de 14.7 metros cúbicos por segundo, es decir, en promedio 9 metros cúbicos por segundo al distrito federal y 5.7 al estado de méxico.

Añadió que la demanda del Valle de México observa un déficit del orden del 3 al 5 por ciento.

El sistema Cutzamala aporta el 30 por ciento del agua del Distrito Federal y el 25 por ciento al Estado de México, añadió.

El funcionario de la Conagua detalló que los programas y las prioridades del gobierno federal buscan dar confiabilidad al sistema, lo que implica rehacer y revisar la hidrología, la capacidad de almacenamiento de las presas y la nueva demanda de las localidades que se encuentran a lo largo del sistema. Además, reequipar y ampliar la capacidad el sistema por otros 30  años de vida útil.

En términos de la calidad del agua, precisó que se detectaron cambios de uso en el suelo y en el líquido de las localidades en la primera sección del sistema, que es la de captación. Además, se tiene una mayor demanda de distintos usos y un mal empleo porque se utiliza para lavar sistemas de drenaje.

En el tema de mantenimiento a la infraestructura, indicó que el reto es suministrar la cantidad de agua que se requiere de manera confiable al Valle de México, debido a que depende de la presurización de sus sistemas para la captación se requiere reequipar y contar con aparatos de emergencia suficientes para que las plantas de bombeo no paren, precisó.

González Cañas comentó que para sufragar los costos de operación del sistema, se tienen asignaciones presupuestales por dos mil 937 millones de pesos al año. Del consumo de energía, de 4.2 kilowatts/hora por cada metro cúbico, se dispone de dos mil 350 millones de pesos.

Añadió que se destinan 90 millones de pesos en sustancias químicas y 325 y 80 millones de pesos en mantenimiento de maquinaria y equipo, respectivamente, de los cuales “se requiere al menos el doble para poder darle robustez y confiabilidad a los sistemas”, estimó.

Enfatizó que la prioridad es el reequipamiento de las plantas de bombeo en términos de reducir los consumos de energía y los costos de operación, la seguridad en la calidad el agua y dar sustentabilidad al Valle de México en términos hídricos.

También se requiere resolver el problema de las fugas de agua en la ciudad, ya que se tira el 40 por ciento de lo que se trae. Asimismo, incrementar la reutilización y reducir las extracciones de agua de primer uso, para cuestiones agrícolas o industriales, y construir más plantas de tratamiento, señaló.