La Comisión Permanente del Congreso de la Unión aprobó de urgente u obvia resolución un Punto de Acuerdo promovido por el senador del PRI Miguel Romo Medina, en el que se solicita al director general de Pemex, Emilio Lozoya Austin, y a su Consejo de Administración, un informe pormenorizado sobre las pérdidas que registra Pemex derivadas del incremento de su participación accionaria en la compañía petrolera española Repsol que se suscribió en el año 2011.
El legislador por el estado de Aguascalientes pidió también que se informe a la Comisión Permanente sobre los probables efectos financieros de la venta de estas acciones , toda vez que en días pasados, la Comisión de Valores de Estados Unidos dio a conocer que Pemex acumuló al cierre del 2012, una pérdida de aproximadamente 10 mil 125 millones de pesos, es decir, el equivalente al 50% de su inversión inicial, y que por tal motivo, la paraestatal mexicana ha decidido poner en venta su participación accionaria en Repsol.
En el Punto de Acuerdo se detalla que en agosto del 2011 se difundió que Petróleos Mexicanos incrementó su participación accionaria en la empresa petrolera española Repsol, para lo cual, invirtió alrededor de 20 mil 783 millones de pesos, con lo que adquirió 57 millones 204 mil 240 acciones de la compañía ibérica, incrementando su participación a 9.8 por ciento.
Adicionalmente, abundó, se comunicó que la paraestatal mexicana había formalizado una alianza con la constructora española Sacyr Vallehermoso (poseedora de 20% de las acciones de Repsol) a efecto de que ambas empresas votaran de forma conjunta en las decisiones tomadas por el Consejo de Administración de Repsol.
“El director general de Pemex en aquél entonces, Juan José Suárez Coppel, informó que 30% de los recursos utilizados para la compra de las acciones de Repsol, provenía de las reservas de divisas de Pemex, mientras que el 70% fue financiado mediante la contratación de deuda”, señaló.
Romo Medina recapituló las declaraciones de Suárez Coppel: “La operación en Repsol sirve para dar valor a Pemex, no es dinero tirado a la basura, no es inversión para ver qué nos da. Estamos invirtiendo en un activo líquido, que nos paga un dividendo que alcanza más que a cubrir el costo de la deuda”.
Por tanto, dijo, resulta imperativo conocer con exactitud el grado de afectación financiera sufrido por Pemex como resultado de la inversión realizada en la empresa Repsol, así como las acciones emprendidas por la paraestatal para el tratamiento del problema.
Del mismo modo, indicó el legislador, dado que la alianza industrial entre Pemex y Repsol tiene estipulada una duración mínima de diez años, es indispensable saber con certeza los efectos financieros que la probable venta de acciones de Repsol traería consigo.
Finalmente, Miguel Romo recordó que los ingresos petroleros aportan el 31.5 % del presupuesto gubernamental, “por lo que el cuidado de sus finanzas debe ser una prioridad de Estado, máxime en la víspera de la discusión de la reforma energética con la que se pretende modernizar el sector”, puntualizó.