El senador panista Santiago Creel Miranda se pronunció porque de inmediato se convoque a un periodo extraordinario de sesiones del Congreso de la Unión, a fin de que se apruebe la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita y de Financiamiento al Terrorismo que permita combatir de manera efectiva el lavado de dinero.

“No podemos permitir que se sigan financiando las actividades ilícitas de los grupos del crimen organizado por la ausencia de una ley que combata ese delito de manera frontal”, señaló el legislador federal.

Santiago Creel Miranda recordó que el pasado 28 de abril de 2011 la Cámara Alta aprobó el dictamen por el que se expidió la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita y de Financiamiento al Terrorismo que complementa la estrategia para combatir al crimen organizado.

Ese mismo dictamen, con modificaciones, fue regresado por la colegisladora a la Cámara de Senadores en el último día del periodo ordinario de sesiones, por lo que ya no se tuvo el tiempo necesario para su análisis, dictaminación y aprobación por parte del Senado.

Mientras otros países ya cuentan con instrumentos legales para combatir adecuadamente al crimen organizado, nosotros aún estamos en si aprobamos o no la ley, lamentó el legislador del blanquiazul, cuya iniciativa presentada el 26 de octubre de 2010 fue, entre otras propuestas, la base del actual dictamen pendiente de aprobación.

Con esta ley el Estado mexicano va a tener un instrumento para combatir al crimen organizado en donde no va a necesitar disparar una bala para congelar una cuenta bancaria producto del crimen organizado, porque lo que se requiere es inteligencia, no armas, ni balas, indicó.

Por lo anterior, urge aprobar esta nueva ley para establecer controles y supervisiones a sectores claves de la economía mexicana; en primer lugar al sector financiero que va desde bancos, casas de bolsa, casas de ahorro, todo lo que es el sistema bursátil, pero también al sistema financiero que no está regulado, como también al flujo de recursos en efectivo y a las actividades vulnerables al crimen organizado, concluyó.