Cuando un reportero intentó exhibirlo con una pregunta religiosa, el presidente de la Cámara de Diputados, Francisco Arroyo Vieyra, respondió sereno: “Soy laico, pero muy respetuoso”.

Aquí la entrevista textual sobre el tema: PREGUNTA.- Señor, yo le preguntaría sobre su visita al Vaticano. ¿Cuándo va a ser?

RESPUESTA.- ¿Mi visita?

PREGUNTA.- ¿Usted va a ir al Vaticano?

RESPUESTA.- No. Sé que un tocayo está despachando allá, pero hasta ahí.

PREGUNTA.- ¿Y sobre esta decisión que toman de nombrar a Francisco?

RESPUESTA.- Soy laico por la gracia de Dios. Lo que les quiero decir es que la religión católica ha acompañado a la historia de México desde su primera bandera, que fue un lienzo de la Virgen.

Sin embargo, quienes somos juaristas y quienes queremos que los asuntos de la religión y del Estado queden a un lado, no podemos dejar de reconocer que el catolicismo nos ha acompañado en la formación de una cultura a lo largo de mucho tiempo y que será una institución tan importante en la guía espiritual de los mexicanos, la que tendrá también que adaptarse a los tiempos.

Creo que el síndrome de adaptarse a los tiempos no sólo le llega a las instituciones civiles, sino también a ellos. Pero los estaremos observando desde lejos.