Desde hace 12 años, en México las enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular, ocupan el primer lugar en mortalidad y morbilidad. Además, dos padecimientos asociados a estos cuadros, diabetes e hipertensión arterial, son extraordinariamente prevalentes en nuestra población.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006 (ENSANUT), la prevalencia de los cuadros de presión alta es de 30.8 por ciento en el segmento mayor a 20 años. Se estima que 20 millones de mexicanos padecen la enfermedad y 50 por ciento ignora que la sufren, refirió Víctor Manuel Ángel Juárez, de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, en ocasión del Día Mundial del Corazón, que se conmemora este 28 de septiembre.
Además, en el año 2000 se reportaron 400 mil 693 casos nuevos, y para 2009 se registraron 546 mil 876, lo que representó un incremento del 36.4 por ciento en menos de una década. Tan sólo en el primer semestre de 2010, hubo 295 mil 577.
Respecto a la diabetes en nuestro país, en las últimas dos décadas aumentó su incidencia 30 por ciento en adultos, adolescentes y niños. Actualmente, existen aproximadamente 6.5 millones de mexicanos con la enfermedad, en su mayoría del tipo 2 (no insulino-dependientes), y se estima que para el 2025 la padezcan 11 millones.
Ante este panorama, la población debe ser informada continuamente –desde los medios de comunicación masivos, hasta los centros de salud públicos y privados– acerca de las medidas preventivas básicas que involucran estas patologías, como la medición de la presión arterial, por lo menos cada seis meses, y los niveles de glucosa en sangre, cada año.
Interacción de factores de riesgo
En general, explicó, el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares requieren de la interacción de varios factores de riesgo, como hipertensión, diabetes, tabaquismo, dislipidemia, alteraciones de los lípidos o grasas en la sangre, y de manera significativa, el sedentarismo y la genética.
De éstos, sobresale la obesidad, que en nuestro país alcanza el rango de epidemia, al ocupar el segundo lugar mundial en población adulta, después de Estados Unidos, y colocarse entre los primeros tres en infantes, refirió el también miembro titular de la Sociedad Mexicana de Cardiología.
Estos niveles se deben a la escasa difusión de hábitos sanos de alimentación, como el consumo de menos carbohidratos simples y grasas saturadas, y la ingesta de más frutas y verduras, pobremente inculcados desde el ambiente familiar y poco reforzados en la escuela, puntualizó.
No sólo se trata de establecer programas, sino de darles seguimiento y confirmar su efectividad. Es necesario contar oportunamente con los resultados de las encuestas nacionales, como la ENSANUT, para conocer nuestra realidad e intensificar esfuerzos, añadió.
Día mundial del corazón
En el mundo, cada año mueren más de 17 millones de personas por enfermedades cardiovasculares. Por ello, cada 28 de septiembre, Día Mundial del Corazón, se organizan actividades para informar de los métodos para reducir al mínimo los factores de riesgo, como mantener el peso corporal controlado y hacer ejercicio regularmente.
Con esta finalidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Mundial del Corazón organizan en más de 100 países controles de salud, caminatas, carreras, sesiones de gimnasia, charlas públicas, representaciones teatrales, foros científicos, exposiciones, conciertos, festivales y torneos deportivos.