Por su proyecto, que forma parte del estudio Relación entre la progresión del proceso fibrogénico hepático y las concentraciones séricas de las proteínas de unión al factor de crecimiento insulinoide, Carolina Guzmán Arriaga, investigadora de la Unidad de Medicina Experimental de la Facultad de Medicina (FM), obtuvo la Beca L’Oréal UNESCO-Academia Mexicana de Ciencias 2012, en el área de Ciencias Naturales.
La científica, adscrita al Laboratorio de Hígado, Páncreas y Motilidad de la unidad referida, ubicada en el Hospital General de México, está interesada en las patologías del hígado, órgano que realiza múltiples funciones que permiten al ser humano mantenerse saludable, incluido el almacenamiento de energía, y la eliminación del alcohol y toxinas de la sangre. Asimismo, busca determinar el papel de la familia de proteínas IGFBP, como biomarcadores no invasivos del proceso fibrogénico.
De acuerdo con la investigadora, el análisis permitirá identificar patrones de progresión de la fibrosis hepática –uno de los componentes fundamentales de daño crónico, cuya fase final es la cirrosis–, que contribuirían a mejorar el diagnóstico y pronóstico de ese padecimiento.
Fibrosis hepática
La fibrosis hepática es una respuesta del hígado ante agentes que dañan ese tejido, como el consumo crónico de alcohol, la presencia de virus hepatotrópicos como la hepatitis B o C, así como el hígado graso no alcohólico, que puede derivar de la obesidad, diabetes, o de algunos otros problemas metabólicos.
“Si el daño persiste de manera crónica por unos 30 años, por ejemplo, el paciente desarrollará cirrosis, su etapa más avanzada y una de las principales causas de muerte en el país El diagnóstico durante su progresión es poco confiable, por lo que es necesario identificar biomarcadores en sangre que lo mejoren”, explicó la universitaria.
“Hemos observado que las proteínas IGFBP tienen relación con la síntesis de las proteínas que conforman esa cicatriz y que podrían regularla; en un estudio previo en laboratorio identificamos a una de ellas, la IGFBP1, que estudiamos en pacientes con hepatitis C crónica, y observamos que sus concentraciones en sangre eran hasta 25 veces más altas que en sujetos sanos”.
Posteriormente, se encontró que existen más proteínas en esta familia involucradas en las síntesis de colágena, uno de los principales componentes de la cicatrización, y otras relacionadas con el proceso de cáncer; “esto es interesante porque la cirrosis es el principal factor de riesgo para el carcinoma de hígado”, indicó.
La evidencia sugiere que estas proteínas tendrían un papel en el desarrollo de la fibrosis y, posteriormente, en el cáncer de hígado; con base en esos hallazgos se describió el proyecto.
La doctora en ciencias biomédicas resaltó que si bien su indagación no está encaminada al estudio de la cirrosis, los resultados podrían convertirse en una nueva opción diagnóstica para la fibrosis hepática y, en consecuencia, identificar a las personas que están en mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
Muchas veces a los pacientes que se les ha detectado el virus de hepatitis C se les realiza una biopsia, para determinar qué tan cercanos están de padecer cirrosis. Sin embargo, ese procedimiento no es tan confiable y sí muy riesgoso.
El hígado es el órgano que sintetiza factores de coagulación, por lo que la biopsia, además de ser una posible fuente de infección, podría ocasionar hemorragia en el paciente.
La principal forma de prevenir la cirrosis sería con la eliminación del agente que causa el daño; en algunos casos es posible, y en otros no. En la hepatitis C, por ejemplo, los tratamientos antivirales para este padecimiento hasta ahora no son lo suficientemente efectivos para eliminar el virus en todos los sujetos, “lo que sí se puede hacer es ayudar en el diagnóstico, porque para llegar al padecimiento deben pasar al menos entre 20 y 30 años”.
Nuestra propuesta es determinar el funcionamiento de las proteínas IGFBP, y una vez que conozcamos su mecanismo durante el proceso fibrogénico, podrían funcionar como biomarcadores séricos y constituirse en una herramienta diagnóstica, que funcionaría como una alternativa no invasiva a la biopsia”, recalcó.
Importancia del hígado
La universitaria mencionó que el hígado, después del cerebro, es el órgano con mayor número de funciones en nuestro organismo; entre ellas, regula el metabolismo, participa en el equilibrio de la concentración de glucosa en sangre, transforma cualquier sustancia o medicamento para que el organismo la elimine, además, sintetiza proteínas y los factores de coagulación. En etapa fetal, es el que produce las células de la sangre del embrión.
Para mantener su buen funcionamiento, es necesario evitar el consumo excesivo de alcohol, no ingerir medicamentos en forma indiscriminada y sin un esquema terapéutico supervisado por un médico, vacunarse contra la hepatitis B, y participar en las campañas que se promueven como parte del Día de la Salud Hepática, en el que se realizan pruebas diagnósticas para virus de hepatitis, en particular B y C, y saber si se está infectado o no, entre otras recomendaciones.
En cuanto al reconocimiento, indicó que es un estímulo al trabajo de investigación que permite generar conocimiento en beneficio de la población y del país.