Es altamente preocupante que los jóvenes oigan música a altos decibeles. Si usan audífonos y uno puede escucharla a un metro de distancia, significa que la intensidad es altísima.

Cesáreo Estrada Rodríguez, especialista de la UNAM, considera que estos riesgos han sido estudiados por el grupo de Acústica y Vibraciones del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo.

Además, dijo, los colegas del CCADET han determinado que al oír música con audífonos, se exponen a 90 decibeles, cifra que representa una carga elevada para sus tímpanos.

“Me temo que pronto habrá una generación precoz de débiles auditivos, sin contar con los efectos que padecerá en el ámbito psicológico”, alertó Estrada Rodríguez.

Dijo que un camino para combatirlo es la legislación, pero a diferencia de lo que ocurre en los países desarrollados, la reglamentación en México es muy laxa e incluye sólo dos vertientes: la meramente laboral y la que contempla algunas medidas para mitigar las fuentes de ruido en espacios abiertos.

Por ello, el universitario recomendó que cada persona mitigue, por sí misma, los niveles y así se proteja en el ámbito donde se encuentre.

Además, sugirió atenderlo como un problema de salud pública. “Debe evitarse que penetre en los lugares de estudio, sobre todo de los niños”, concluyó.