*Los servicios oficiales me espiaron desde que tenía seis años de edad
Cuando estaba en la Jefatura de Gobierno, le pedí al Archivo General de la Nación –ahora le voy a pedir a CNI– que a ver si tienen por ahí los archivos de mis padres, mi madre y mi padre, y de su servidora.
Hay una, ahí en el Archivo General de la Nación, hay una investigación de cuando yo tenía seis años porque —lo he platicado aquí y lo platiqué incluso el 2 de octubre— cuando fue el movimiento estudiantil de 1968 —no es secreto, al contrario— mi madre lo reconoce orgullosamente, participó en ese movimiento; era profesora del Politécnico y estudiante del Politécnico, estudiaba también el posgrado.
Y después del movimiento la expulsaron del Instituto Politécnico Nacional por haber participado en el movimiento, la expulsaron como maestra y la expulsaron como alumna; tuvo que ir a la UNAM —la UNAM, si ustedes recuerdan, el rector, el ingeniero Javier Barros Sierra, pues tuvo un papel completamente distinto— y ahí pudo regresar a continuar sus estudios.
Y también, posterior a ello pudo conseguir, a partir de los concursos académicos, una plaza en la Facultad de Ciencias de la UNAM; hoy es investigadora emérita de la UNAM y una de las investigadoras en su área más reconocidas. Y le costó trabajo, por las dos cosas: por ser mujer y también por participar en movimientos sociales, porque siempre fue muy participativa en la universidad.
Y cuando éramos pequeños nos llevaba los fines de semana, algunos, a Lecumberri a visitar a los presos políticos del ´68. Entonces, pues ahí quedó registrado mi nombre desde que era niña, no sé si seis u ocho años, de que había entrado a Lecumberri a ver a los presos políticos.
Para mí, es un orgullo ser hija de Annie Pardo.
12/11/2024