*Preocupante aumento de la obesidad infantil

La obesidad infantil es uno de los problemas de salud más graves del siglo XXI, su prevalencia ha aumentado a un ritmo preocupante, constituyendo un problema de salud. No nada más por los costos sociales y económicos que se podrían generar de ello, sino también por la incidencia en enfermedades no transmisibles, como la diabetes tipo 2, la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares y varias otras.

Está claro que México ha fracasado en sus políticas para enfrentar este tipo de situaciones. Los datos son cada vez más alarmantes, nos ubican siempre oscilando entre los primeros lugares, como uno de los países con mayor obesidad, donde 7 de cada 10 adultos tienen algún grado de sobrepeso y obesidad y donde además tenemos el alarmante y preocupante primer lugar en obesidad infantil.

Según la Secretaría de Salud, se estima que el 45 por ciento de las muertes en nuestro país se deben o tienen relación con enfermedades como la obesidad, la diabetes y problemas cardiovasculares, y se ubica como la causa principal de esta situación justamente el alto consumo de productos industrializados, ultraprocesados, con alto contenido energético y muy bajo valor nutricional.

Bajo este contexto, estoy muy segura de que un etiquetado más claro permite velar por el derecho a la información adecuada a la salud y a la sana alimentación, ya que permite que nuestros niños puedan seleccionar de manera libre e informada el alimento que están consumiendo y permite que conozcan lo que están eligiendo para su salud.

Es urgente que México no se quede atrás y adoptemos estas medidas, sobre todo, teniendo el precedente de que este tipo de etiquetados claros han demostrado en otros países reducir el consumo de bebidas azucaradas, snack, dulces y cereales ultraprocesados, además de que han recibido el reconocimiento de diversos organismos internacionales, como la FAO, la OMS y la UNICEF.

Siempre han existido intervenciones de grupos de interés en la política mexicana, y como ejemplo me parece bien citar el etiquetado actual, el cual fue diseñado por la industria alimentaria, así como la regulación de la publicidad en alimentos y bebidas bajo criterios de estas mismas empresas.

Reconozco que este etiquetado es parte nada más para solucionar de raíz el problema de sobrepeso y obesidad. Sin embargo, es el inicio de un nuevo rumbo en la concientización de la ciudadanía por prácticas alimentarias muchísimo más saludables, donde sea una herramienta clave para combatir el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades no transmisibles.

El sistema de salud pública de nuestro país se enfrenta con urgencia a cambiar su paradigma basado en la atención a dirigirse a la prevención. Sin duda necesitamos seguir fortaleciendo nuestros marcos jurídicos y normativos, con el fin de atacar el problema de manera integral.

Debemos seguir reforzando los programas de atención y prevención de enfermedades, así como buscar los recursos suficientes para poder hacer efectivas las disposiciones constitucionales sobre el derecho a la salud y el acceso a la información nutrimental.