*Inconcebible que el presidente desprecie a la niñez 

Es necesario destacar el desprecio que este gobierno ha tenido de manera consistente por la niñez y la adolescencia.

Apenas el pasado 22 de junio en la conferencia mañanera el titular del Ejecutivo expresó lo siguiente: “Me enteré de otro grupo, otro organismo para la defensa del niño y de la niña, así crearon para todo porque era simular y cooptar. Cooptar significa o su equivalente es comprar.

Más adelante afirmó lo siguiente: “No hacen nada y son una carga burocrática pesada para el Estado mexicano.

Se estaba refiriendo en este momento nada más y nada menos que al Sistema Nacional de Protección Integral para Niñas Niños y Adolescentes, que lo conocemos de manera cotidiana como el SIPINNA.

A raíz de estas declaraciones, que ha generado una enorme preocupación frente a la destrucción de instituciones, que ya hemos comentado en este espacio de manera reiterada, organizaciones de la sociedad civil, pero por supuesto legisladoras y legisladores tanto de Cámara de Diputados como de Cámara de Senadores nos dimos a la tarea de construir un punto de acuerdo para exhorta directamente al Presidente de la República a fortalecer este sistema de protección a los derechos de niñas, niños y adolescentes.

Es importante recordar que el SIPINNA se crea a raíz de un mandato de la Ley de los Derechos de la Niñez y de la Adolescencia. Durante estos cuatro años hay más de mil 800 centros de SIPINNA a lo largo y ancho de todo el país.

Y si alguien me pregunta quién preside el SIPINNA, bueno pues nada más ni nada menos que el propio Presidente de la República, sí, el mismo que dice desconocerlo.

En el SIPINNA participan prácticamente la gobernadora y todos los gobernadores del país, y el SIPINNA también obedece a una recomendación directamente de las Naciones Unidas. Ha tenido una tarea muy importante, en un país donde, hay que decirlo, prácticamente o poco más del tercio de la población son niñas, niños y adolescentes, estamos hablando de más de 40 millones; despreciar desconocer su existencia es verdaderamente criminal e inaceptable.