*Crisis económica, política e inseguridad y discursos de odio

Terminar nuestro cuarto año en esta Cámara y en este balance del fin de periodo de sesiones, en el PAN hacemos un profundo a exhorto a la mayoría legislativa a que, a través del diálogo, podamos encontrar las soluciones que México demanda.

Nuestro país vive momentos adversos, estamos en medio de una crisis económica, política y de inseguridad, que en esta tribuna cada sesión repetimos. No perdamos la oportunidad de representar, con altura de miras, a los millones de mexicanas y mexicanos que tenemos el honor de servir.

Durante este periodo y a cuatro años de estar legislando, desde Acción Nacional se ha alzado la voz y propuesto alternativas para enderezar el rumbo, y lamentablemente la mayoría legislativa y el Gobierno federal han decidido no escucharlos.

En respuesta a nuestras ideas, en los últimos meses, desde Palacio Nacional se ha endurecido el discurso de odio iniciado hace tres años, un discurso basado en el rencor, en la confrontación y en la división. Un discurso que se reproduce en el Poder Legislativo, y que propicia el ruido, que aplasta la reflexión, la crítica y el pluralismo de las ideas.

En el grupo parlamentario del PAN, en conjunto con los partidos que integran el bloque de contención, se han presentado múltiples acciones de inconstitucionalidad.

A la fecha van 17 acciones presentadas durante la LXIV y hasta la fecha. Y dos que están por presentarse. Tantas acciones de inconstitucionalidad sólo significan que no existe diálogo, pero ¿cómo poder construir el rumbo del país si no es a través del diálogo y la reflexión?

Desde la bancada del PAN se han dado muestra de ello, acompañando en muchas ocasiones las propuestas de la mayoría legislativa y del Ejecutivo federal.

Lo acabamos de hacer, hemos apoyado propuestas, pero no podemos hacerlo con aquellas propuestas que representan un retroceso a los derechos de los mexicanos, o que son un perjuicio para la nación, discutimos con fundamentos y con datos; con mucha convicción, pero jamás por encargo. Somos respetuosos de la ley y exigimos que se cumpla.

Por eso se han presentado las denuncias, impugnaciones y se alza la voz, por la gente que también votó por ellos y que son mexicanos. México no puede volver a ser el país de un solo hombre, pero tampoco puede convertirse en el país de una sola respuesta.