*La realidad de México es muy distinta a la que pregona AMLO

En el marco de la comparecencia del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, en el Senado de la República, y a un mes de haber tomado protesta como encargado de la política interior del país, fui clara en mi posición y le expuse que representa a un gobierno que se ha definido humanista, pacifista y que promueve el amor, a un gobierno que habla del perdón y del respeto mutuo, doctrinas y valores que, como ciudadanos de este gran país, desde luego compartimos; sin embargo, la realidad evidencia que esa doctrina es más bien una ficción.

En los hechos no se refleja que vivamos en un México seguro, con crecimiento y desarrollo económico, con un sistema de salud como el de Dinamarca, ya que desde la Presidencia de la República se ha alentado a la confrontación, a la persecución de opositores, a limitar la libertad de expresión, a frenar la autonomía de los órganos de control.

Se ha generado una afrenta contra la clase media mexicana, se ha dicho que aspirar a vivir mejor, y buscar mejores oportunidades de empleo, de preparación y de crecimiento es malo; sin embargo, el gobierno de la transformación se convirtió en el gobierno de la contradicción, pues ofrecieron puertas abiertas y trato digno para los migrantes, pero en los hechos vemos persecución y violación de los derechos humanos contra los miles de centroamericanos.

El Gobierno federal ha dado abrazos a los delincuentes, y garrotazos para los migrantes; perdón para los suyos, y persecución para quienes piensan diferente. Donde a la mitad del mandato tiene a los mexicanos en una constante confrontación.

México vive actualmente con los índices más altos de desempleo y de inseguridad, en donde día a día desaparecen personas y tres mujeres mueren por razón de género; es decir, sólo por el hecho de ser mujeres.

Este gobierno debe recapitular y parar el desmantelamiento de instituciones y programas sociales, de estructuras creadas para proteger a los ciudadanos como el Fonden y el Seguro Popular, cuya desaparición ha dejado a millones de mexicanos en el desamparo.

Es momento de construir, no destruir lo que con tanto esfuerzo se creó, reconsiderar, ahora que aún hay tiempo y volver la vista hacia sectores prioritarios como el turístico, que genera el sustento de millones de mexicanos y contribuye al desarrollo de nuestra economía. Este sector al que se le quitó el Consejo de Promoción Turística, decisión que originó una gran pérdida de competitividad en nuestro país.

Casi cuatro millones de mexicanos cayeron en pobreza, lo que ha sido el saldo negativo de ignorar una realidad que nos alcanzó.