*Hay que reconocer es que efectivamente la pobreza bajó

Nueve millones de personas fuera de la pobreza es, de verdad, de reconocerlo y de reconocer también un camino correcto en un compromiso de campañas de primero los pobres.

Y hay que terminar de entender todo lo que nos dice Coneval en este informe donde se reconoce la diminución de la pobreza, pero persiste la pobreza extrema.

¿Qué tenemos ahí? ¿Qué pasa? ¿Por qué no hemos llegado? ¿Por qué el Estado no ha llegado a esas personas? Y ver los otros elementos, las remesas, las reformas laborales que seguramente han impactado mucho. Además, por supuesto del aumento al salario mínimo.

Tratándose de problemas tan complejos y dolorosos como la pobreza y la desigualdad, se necesita tener un nivel de análisis para entender los avances y los desafíos. Afortunadamente contamos con un órgano ejemplar para entender las circunstancias sociales y económicas para mejorar la calidad de las políticas en esta materia.

Coneval representa la piedra angular de un principio de política democrática, las decisiones basadas en evidencia. Coneval es fundamental en los programas sociales desde su etapa de formulación, genera estadísticas que son centrales para la fiscalización y para asegurar el buen uso de los recursos públicos; brinda datos que promueven la rendición de cuentas de la ciudadanía y que dan sentido a la división de poderes, pues nos permite ejercer con más claridad las atribuciones del Poder Legislativo para supervisar las acciones del Ejecutivo.

La labor de Coneval nos ha ayudado a entender que las transferencias monetarias son útiles para equilibrar las desigualdades, pero son suficientes en sí mismas; la política económica, laboral, educativa son los únicos medios para terminar estructuralmente con las desigualdades y tenemos que asumir el papel importante pero complementario, de los programas sociales para atender las capacidades, ingresos y/o oportunidades de desarrollo.

Una de las últimas encuestas del Inegi se llama “Bienestar Auto-reportado”, es decir, cómo viven las personas, cómo se sienten viviendo en bienestar.

La primera, la más alta, lo que más da bienestar es un trabajo con prestaciones y, en segundo lugar, es haber terminado el mes sin haber pedido prestado.

Esto nos habla todavía de cómo tenemos que construir una política de salarios, por supuesto de salario mínimo a partir de esta situación de las personas que finalmente logran bienestar a partir de nuevamente prestado este año.

Habla, digamos de los retos que tengamos por delante.

Los documentos de Coneval nos han dicho reiteradamente que es necesario diseñar nuevos instrumentos para generar trabajo digno con una red de protección social ante las arbitrariedades, nos ha permitido corroborar el efecto en la disminución de la pobreza laboral por las políticas de aumento al salario mínimo, sobre todo.

Sin embargo, las mediciones también apuntan los grandes desafíos laborales, entre los que destacan la baja vida social y las diferencias por factores como el género, la etnia, el lugar de origen y la geografía.

La importante caída en la cobertura de los servicios de salud de las instituciones públicas, eso también es una alerta que pone en evidencia el Coneval, es decir, sí se disminuyó la pobreza, pero hay una carencia en los acceso de salud que me parece, que si somos congruentes con lo que estamos planteando y con el reconocimiento de que se puede ir por buen camino en las decisiones de presupuesto público, tenemos que revisar, quizás, darle menos dinero a los militares y aumentar la inversión para que le gasto de bolsillo en salud no sea una situación que precarice a nuestros mexicanos y mexicanas.