Las siguientes frases salidas de recientes mañaneras siguen frescas en la memoria de mucho pueblo sabio y mucha pieza: “estoy muy contento porque he logrado de sacar de la pobreza a cinco millones de mexicanos, de acuerdo con el informe del Inegi; y mi felicidad es tanta, que ya me puedo morir satisfecho”…
¿Quién las dijo?, le atinó, grilloso y avispado lector, el presidente autollamado de la 4-T Andrés Manuel López Obrador, a quien el Coneval le acaba de mandar decir que tiene otro dato y que es el siguiente…
Pobreza laboral se estanca, pues a 52 millones no les alcanza para la canasta alimentaria. Durante el segundo trimestre del año la pobreza laboral se estancó en 37.8 por ciento, en comparación con el 37.7 por ciento del primer trimestre, porcentaje que equivale a 52.2 millones de personas en México que no tienen ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas de alimentos…
Y lo peor de este informe, lo peor para don Andrés y el sector campesino de México, es que el Coneval documentó que la pobreza laboral aumentó en el ámbito rural, al pasar de 49.6 por ciento a 50.2 por ciento, mientras que en el ámbito urbano se mantuvo en 33 por ciento…
Esto lo difundió en su primera plana el periódico La Crónica de Hoy que circula en la Ciudad de México y, obviamente, el inquilino de Palacio Nacional calla como momia como lo hace siempre que alguna noticia no le favorece, pero cuando es lo contrario lo festeja con marcada sonrisa a flor de labio…
La pregunta sigue consistente: ¿son o no iguales?...
Que quede para la reflexión…