*El mundo cambió

Al asumir el cargo en 1981, Ronald Reagan (40º presidente de EE.UU.), inmediatamente comenzó a tomar medidas belicosas contra la Unión Soviética, como llamarla "imperio del mal", y así siguió su política a todo lo largo de sus mandatos.

El 8 de junio de 1982, ante el Parlamento británico, sostuvo que la Unión Soviética se encontraba en una profunda crisis económica y afirmó que la Unión Soviética "corre contra la corriente de la historia al negar la libertad y la dignidad humanas a sus ciudadanos".

Las cosas le salieron tan bien, que sucedió lo impensable para las manadas de comunistas de la época; El 9 de noviembre de 1989 en medio de protestas multitudinarias y turbulentas los alemanes del este comenzaron a exigir que se les permitiera cruzar a Alemania Occidental que estaba dividida por el Muro de Berlín, con 30 años de antigüedad  y para el gobierno comunista fue cada vez más difícil detener esos llamados.

Junto con la demolición de ese muro se posibilitó la reunificación de Alemania  y con ello el fin de la Guerra Fría, así como la construcción de un nuevo orden mundial, que causó el desmantelamiento de la Unión Soviética y permitió la llamada globalización que es el único mundo que los menores de 30 años conocen, aunque también para esa misma generación verán como se está destruyendo y nos enfrentaremos chicos y grandes a otra etapa de confrontaciones tan barbáricas, absurdas y letalmente productivas como lo fueron los más de 7 lustros que duró la lamentable, inútil y sanguinaria Guerra Fría.

A raíz de la globalización y ya más relajado el ambiente internacional fue que los gringos, los alemanes, los franceses, los europeos pues, al igual que otros países siempre con la  intención del máximo aprovechamiento y altos rendimientos iniciaron o incrementaron intensamente su comercio con los países excomunistas como Rusia, Vietnam y China hasta que nuevamente los gringos se dieron cuenta que los chinos, los rusos y los asiáticos les estaban comiendo el mandado por precios y reconsideraron la forma económica en que la globalización había desembocado.

Al aspecto ambiental también lo echaron en medio del conflicto ya que por más de 20 o 25 años se ha acusado a China, India y otros países de ser altamente contaminantes mientras que durante el último siglo Estados Unidos, toda Europa y la Unión Soviética han envenenado el planeta de forma sistemática desde la Revolución Industrial.

Así pues, tal y como señaló hace apenas un mes el ex asesor principal y director general de Kissinger Associates Alan Stoga: “Los países no tienen amigos, tienen intereses, aliados y realidades geográficas. Esas son las tres cosas que deben determinar la política exterior, incluida la económica comercial (...) Estamos en el proceso de presenciar en tiempo real el desmembramiento de la globalización, pero no digo que desaparezca, seguimos siendo globales, pero no es lo que pensábamos que sería, no nos deshicimos de todas las barreras que pensamos eliminadas”*.

“Durante años se desarrolló una relación muy intensa, financiera, económica y comercial entre Estados Unidos y China, misma que se ha ido destrozando y que está generando costos “algunos de los cuales no se pueden asumir”* a grado tal que ya sea Huawei, TikTok -que sigue siendo un problema en los Estados Unidos en este momento- entre otras, que los americanos consideran conductos para socavar seguridad nacional”.

Independientemente del problema de migración y la falta de mano de obra capacitada (en un país de reprobados) que es la mega-bandera de presión y lucimiento de Trump ante su electorado, México debe considerar que la competencia por la relocalización (nearshoring) no es solo entre México y Canadá, sino también entre las 48 entidades que conforman a Estados Unidos, empezando por Texas, “es un país muy grande”.

Y para finalizar Stoga nos advirtió: a la relación de México y EU le falta un proyecto positivo conjunto para volver a retomar una visión unitaria. “No tenemos algo que estemos tratando de hacer juntos, y tenemos que encontrar un proyecto, porque si no lo encontramos, entonces toda esta pequeña porquería se volverá imposible de manejar, irá en la dirección equivocada.

Sucederán cosas malas. Ahí es donde una combinación de la academia, el sector empresarial y la sociedad civil debería, de alguna manera, estar hablando entre sí”.*

Sin pretensiones de ningún tipo sólo quiero recordar tal como señalé aquí la semana pasada o cambiamos de enemigos y de miras para nuestras energías o nos lleva el pintor con todo y brocha.

*https://www.milenio.com/negocios/vivimos-el-desmembramiento-de-la-globalizacion-en-tiempo-real-alan

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