De acuerdo con las señales que captan nuestros sabuesos informativos por los pasillos del Senado de la República, en el proceso de imposición de Rosario Piedra Ibarra para un segundo periodo al frente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, destacó la más que imperativa participación de Adán Augusto López Hernández…
“¿De quién crees que fue la orden de que la señora fuera incluida de último momento a la señora en la lista de las tres mujeres finalistas?”, respondió un senador morenista consultado al respecto…
Pero de forma inmediata, sin mediar otra pregunta, el mismo legislador se preguntó: “¿Y a través de quién crees que se giró esa orden para que se cumpliera de inmediato, si no es de alguien que también vive en Tabasco?”…
Y de forma tajante remató así: “Ya si no lo entiendes o te cuesta trabajo descifrar la estrategia, pues es tu pedo”…
Bueno, pues así las cosas, para este oso chismoso la lógica más elemental dicta que si para todo el mundillo político el senador Adán Augusto ha sido el hombre más cercano de lo que ha construido su paisano Andrés Manuel López Obrador en el camino hacia el poder y viven muy cerca por los rumbos de Macuspana, es el transporte más seguro de las instrucciones y el más firme vigilante de que se cumplan…
¿O no?...
Que quede para la reflexión, porque como dijo el entrevistado, “aquí hay muchos burros”…