Comienzan a aflorar señales de que la malograda alianza en resultados del Partido Acción Nacional, PAN, con el Partido Revolucionario Institucional, PRI, ya casi quedó disuelta por los enojos de cada vez más azules, que, a querer o no, en estas recientes elecciones castigaron a sus dirigentes en turno, con mayor severidad, al no estar de acuerdo con esa combinación de agua y aceite…

Y es que con la interpretación lógica de lo ocurrido el 2 de junio, para Presidencia de la República la morenista Claudia Sheinbaum Pardo obtuvo 35 millones de sufragios, incluidos los pocos que le aportaron el PT y el PVEM, de un total de 98 millones de ciudadanos registrados en el Padrón Electoral…

Por su parte, Xóchitl Gálvez, quien contendió con las siglas panistas, priístas y perredistas, obtuvo 17 millones de votos y Jorge Máynez, de Movimiento Ciudadano, alcanzó 6 millones de votos, lo que sumados dan 23 millones de votos, que, si también se suman a los de doña Claudia, resulta un gran total de 58 millones que, si se le restan a los 98 millones del padrón, queda claro que 40 millones de mexicanos no salieron a sufragar…

Con esos números, quién puede negar que los militantes panistas volvieron a expresar su inconformidad por esa combinación de agua y aceite, cuando la añeja creación de su partido fue motivada precisamente para combatir al priísmo y por ello nuevamente lo castigaron, pero ahora con mayor severidad…

Y por lo que toca a los militantes que quedan en el tricolor, nuestros sabuesos informativos constatan que a la mayoría de ellos no les preocupa el rumbo que tome su histórico partido, porque saben que sus excompañeros están estratégicamente posicionados en el morenismo y, por lo tanto, llegado el momento, saben que serán bien recibidos para consolidar el primor, o morpri…

De esto todavía hay mucho que contar…