*Prometer sí empobrece

Una de las principales características que tiene cualquier político es la de prometer cosas y más si está en campaña electoral. Dicen que el prometer no empobrece, aunque en este caso, como siempre lo ha sido, vaya que empobrece.

No es necesario retroceder hasta el principio de los tiempos, basta y sobra con tomar como punto de partida lo que va del sexenio de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) (de diciembre de 2018 a la fecha), para darse cuenta que una vez elegido el candidato generalmente se le olvida lo prometido.

Recién encumbrado AMLO juró promover una ley para convertir la corrupción en delito grave, y aunque parezca increíble, a ningún despistado legislador se le había ocurrido semejante cosa. Hoy vemos, en diferentes dependencias del gobierno, que la corrupción emana a flor de piel y que desafortunadamente de delito parece no tener nada y de grave, pues ya mejor ni digo. También mencionó que:

“Con apego a mis convicciones y en uso de mis facultades me comprometo a no robar y a no permitir que nadie se aproveche de su cargo o posición para sustraer bienes del erario o hacer negocios al amparo del poder público (cosa que no sucedió con SEGALMEX). Esto aplica para amigos, compañeros de lucha y familiares (Su prima Felipa hizo caso omiso, qué decir de su hermano Pío y de por lo menos uno de sus hijos mayores), dejo en claro que si mis seres queridos cometen un delito, deberán ser juzgados como cualquier otro ciudadano (tan no son juzgados que en un santiamén a uno de ellos se le pudo ver en primera fila divirtiéndose de lo lindo en las carreras de autos). Yo sólo respondo por mi hijo Jesús por ser menor de edad”. (Y para no responder por él tanto, mejor lo mandó a estudiar a Inglaterra, gran manera de resaltar la austeridad republicana. Por azares del destino viene a mi memoria aquella frase de López Obrador: “Esos que estudian en el extranjero los mandan a aprender a robar”).

Y sigue la mata dando:

“El Estado se ocupará de disminuir las desigualdades sociales. No se condenará a quienes nacen pobres a morir pobres. Todos los seres humanos tienen derecho a vivir y ser felices”. Pues eso de vivir está en veremos porque hasta donde me quedé, el número de homicidios llegó a 171 mil 61. Alguien tendría que explicarme el motivo por el cual no tuvieron el derecho ya no de ser felices, sino simplemente de vivir. También aseveró que

 “Se fomentará el deporte y las actividades artísticas, la ciencia y la tecnología”.

Y más tardó en decirlo, que un grupo de legisladores en aprobar en lo general mediante 20 votos a favor, cinco en contra y una abstención, un dictamen con proyecto de decreto con el que suprimieron nada más y nada menos que 109 fondos y fideicomisos que financiaban programas en áreas de ciencia, cultura y desarrollo. Y si de fomentar el deporte se trata, resulta que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) denunció a Ana Gabriela Guevara, titular de la Comisión Nacional del Deporte, tras encontrarle irregularidades por casi 150 millones de pesos. Y como más vale que sobre a que falte, pues el mandatario siguió prometiendo:

“Iniciará de inmediato el programa de Intención Médica de Medicamentos gratuitos en las zonas marginadas y se volverá universal en todo el país a la mitad del sexenio”.

Y ya muchos saben cuál fue el destino del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), pues con 267 votos a favor, 222 en contra y una abstención, la Cámara de Diputados aprobó el martes 25 de abril de 2023, la reforma a la Ley General de Salud para desaparecerlo. Y ya encarrerado, de refilón, toco lo de los medicamentos, que muchos se han notado por su ausencia. Pero las promesas no paran ahí, pues sin pelos en la lengua enfatizó:

“Tampoco, que se oiga bien y lejos, tampoco vamos a endeudar al país.”

No es que sea yo un aguafiestas, pero López Obrador terminará su sexenio con un presupuesto inédito, pero con ingresos a la baja y un considerable incremento en el endeudamiento que provocará el mayor déficit fiscal de las finanzas públicas de México en 20 años, y eso no lo dice cualquier hijo de vecina, sino el Paquete Económico 2024.

Y como las evidencias de que no ha cumplido no son claras para quién promete, pues no le queda de otra que exponer su verdad y rematar, como por arte de magia, lo que sólo él y sus seguidores creen:

“De los 100 compromisos presentados hace dos años en el Zócalo, hemos cumplido 97. Están en proceso tres: descentralizar el gobierno federal, impulsar el desarrollo de fuentes de energía renovables mediante la rehabilitación de las hidroeléctricas y conocer la verdad acerca de los jóvenes de Ayotzinapa. En eso estamos”.

Y seguirá estando, por lo menos, hasta que acabe su sexenio. Así son estos despistados de descarados y mentirosos. El dicho reza: “El prometer no empobrece, dar es lo que aniquila”. Pienso que sí empobrece, pero, sobre todo, darles nuestro voto es lo que nos aniquila.

Hasta la próxima.

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