*Pioneros de la revolufia I

No tengo duda de que México necesitaba un cambio radical de su estructura socio política y —de alguna forma— muchos apostamos a buscar esa mudanza en las elecciones de 2018.

Pero: ¿Ha sido buena?... ¿Es mala?

Ha habido una variación, eso es cierto.

Pero los resultados de ese trueque no los conocemos aún.

¿Hasta dónde llegarán las transformaciones desarrolladas por la 4T?

¿Cómo nos irá en el futuro?

¿Cuánto de todo lo hecho por AMLO —y su estilo personal de gobernar— sobrevivirá?

Si las situaciones actuales se mantienen, lo más probable es que mucho del movimiento obradorista se mantenga —por lo menos— un sexenio más.

Es muy posible que se encuentre una forma de continuidad.

Pensando en eso, recordé un texto que empecé a escribir hace muchos años sobre “La Merced: el Comercio Mayorista de Alimentos en el Centro Histórico de la Ciudad de México 1900-1960” (UNAM, PUEC) y que fue publicado en el 2016.

Se trata un trabajo que recorrió ese tiempo —en períodos de 20 años—, con la reconstrucción de 4 historias en cada uno de ellos: El país, la Ciudad, La Merced y las Historias de Vida.

Con ese trabajo —en especial— aprendí la utilidad práctica de la historia y la importancia de revalorarla de una manera distinta para descubrir su impacto en nuestra vida.

De la página 67 a la 146 de ese libro, se presenta el tercer capítulo: “Los Pioneros de La Merced 1920-1940”, e inicia reconstruyendo el contexto político de esa época, después de la Revolución Mexicana.

Le presento algunos extractos de ese texto que, quizá, nos sean útiles para entender el momento que vivimos (y viviremos) con el gobierno de AMLO y la continuidad del obradorismo.

EL CONTEXTO POLÍTICO

Menciona el texto:

“Venustiano Carranza había ascendido al poder en agosto de 1914 con la derrota del Ejército de Victoriano Huerta y se había nombrado en el Plan de Guadalupe, como Primer Jefe del Ejército constitucionalista, aunque de hecho su mandato constitucional (por elecciones) fue tan sólo del 1o. de mayo de 1917 al 21 de mayo de 1920.

Los tres objetivos centrales de la Revolución Mexicana eran en ese tiempo: a) lograr la estabilidad del sistema —o sea, armar el nuevo Estado Nacional—.

  1. b) crear un consenso de apoyo entre la población que diera legitimidad al nuevo Estado —principalmente a través del voto popular—.
  2. c) dinamizar el desarrollo económico del país en general.

En vísperas de concluir el mandato constitucional de Carranza, éste convocó a elecciones intentando colocar como candidato a un civil, el señor Manuel Bonilla, quien fungía hasta ese tiempo como embajador de México en Washington.

Los militares de la Revolución se sentían los auténticos y únicos herederos del poder. No estaban dispuestos a dejar que un civil, sin ningún mérito en la lucha armada, llegara a la presidencia en forma tan repentina.

De estos militares sobresalía el que algunos autores han llamado el "Grupo Sonora", donde se encontraban Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, Abelardo Rodríguez (quienes además eran originarios de Guaymas, Sonora) y Adolfo de la Huerta.

Cuando Carranza lanzó su convocatoria a elecciones se encontró con que prácticamente todos los militares revolucionarios estaban en su contra, incluso el general Pablo González de quien se decía era el "hijo predilecto" del Primer Jefe.

Ante este hecho, Carranza trató de huir nuevamente al Puerto de Veracruz para refugiarse y reordenar sus fuerzas, sin embargo, camino a Puebla —en el poblado de San Antonio Tlaxcalantongo— fue asesinado con algunos de sus soldados acompañantes.

El Congreso eligió un presidente interino, Adolfo de la Huerta, quien ocupó el poder de mayo de 1920 a noviembre del mismo año, tiempo que le quedaba todavía al mandato constitucional de Carranza.

Al subir de la Huerta al poder y como fiel representante de los intereses políticos del Grupo Sonora, dedicaron gran parte de su tiempo al derrocamiento de 17 gobernadores carrancistas para instalar gente nueva y de confianza.

Durante más de seis meses, el Congreso se avocó a desaparecer los poderes en las entidades respectivas mediante la aplicación del artículo 76 de la Constitución en el que se daba poder al presidente para desaparecer los poderes de los estados por diferentes motivos.

Al terminar el período de de la Huerta, nuevamente se convocó a elecciones de las cuales resultó electo el general Álvaro Obregón.

El período de gobierno de Obregón —de 1921 a 1924— se desarrolló en un ámbito político sin sobresaltos importantes.

Aunque vale la pena mencionar el asesinato de Francisco Villa —planeado por Obregón, en 1923— que a la par del asesinato de Emiliano Zapata, en 1919 —ideado por Pablo González y atribuido directamente al General Jesús N. Guajardo— vinieron a descabezar casi por completo el caudillismo popular liderado por estos dos —ahora— Héroes Nacionales”.

Pregunto: ¿Quiénes serán ahora nuestros héroes nacionales?

NUEVA RUPTURA

“Cuando está por terminar la gestión de Obregón, surge el interés de Adolfo de la Huerta por ocupar nuevamente la presidencia, pero ahora a través de las elecciones.

Esto propició una fuerte división del Grupo Sonora, saliendo de éste, el grueso de los generales de división con mayor prestigio y generó muchas confrontaciones en diferentes estados de la República, como Oaxaca, Veracruz, Puebla y Yucatán.

Incluso, en una de ellas, asesinaron en Mérida a Felipe Carrillo Puerto, entonces gobernador de Yucatán.

Obregón, mientras tanto, preparó el camino para el ascenso al poder de Plutarco Elías Calles.

Una vez logrado este objetivo, se fue a Sonora, a su rancho conocido como "La Quinta Chilla", en apariencia alejado de la política presidencial.

Sin embargo —y gracias a su enorme influencia en distintos sectores de la administración pública— logró "mover los hilos" para buscar su reelección en 1928.

A través del Congreso logró modificar la Constitución para que en ésta fuera aceptada nuevamente la reelección.

Vinieron las elecciones en 1928.

Obregón triunfó de manera absoluta en todos los estados, pero fue asesinado a los pocos días de haber ganado las elecciones”.

Hoy ya no tenemos tantos asesinatos de este tipo.

Pregunto: ¿Qué pensarán nuestros militares actualmente?... NPI.

LA CUEVA DEL DELFÍN

Solo una cosa es cierta… “El pueblo vive y la lucha sigue”.

¡Vientos huracanados!, si no me nombran coronel nos veremos por acá el próximo sábado...

Comentarios, quejas y lamentaciones: Facebook Héctor Castillo Berthier / Email Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. Pág. www.circovolador.org

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