*Lucha de AMLO contra intelectuales será desgarradora
*El anuncio fue con marcada claridad a los que llama orgánicos
Muy comentado ha sido el mensaje que envió el presidente Andrés Manuel López Obrador el viernes antepasado durante su mañanera, dirigido al corazón del sector intelectual predominante en México.
Dijo textualmente lo siguiente: “Han sido treinta y seis años, muchísimo tiempo. Eso tiene que ir cambiando poco a poco, pero no imponiendo nada, tienen que surgir los nuevos escritores, la nueva intelectualidad, ya los intelectuales orgánicos del antiguo régimen tienen que ir dándole paso o tienen que ir surgiendo nuevos intelectuales, pero eso es un proceso natural, normal”.
¿No es clarísimo y contundente a quién está dirigido el mensaje?
Y si con esto anuncia nueva batalla, como las que comenzó contra periodistas y empresarios, no se dude que muy pronto comiencen las advertencias subliminales con aquello de revisar su pasado fiscal, personal y de sus familiares, y todo lo que puedan hurgar los sabuesos de inteligencia financiera. Así lo hacían los anteriores y así lo está haciendo el actual gobernante.
Recuérdese que la naturaleza de don Andrés es arrasar contra todo lo que se oponga a su pensamiento y ni la frase de que era un peligro para México lo pudo detener.
Así las cosas, alguien de Palacio Nacional podría estar pensando que los intelectuales que todavía están en la palestra del poder que representa ese sector en México, estarían por iniciar su despedida de los medios desde donde todavía dan batalla.
Pero de esto todavía no hay señales claras, porque los dueños de los medios más representativos, prensa escrita, radio y televisión, los están conservando con inercial estrategia hasta que sus finanzas lo permitan.
Y es que todo parece indicar que los amenazados están colaborando, incluso facilitan la estrategia de Palacio Nacional, para que el supuesto nuevo líder del intelecto izquierdista, Gibrán Ramírez, se logre colocar en la posición que le buscan, y paulatinamente facilitan con calladas colaboraciones a su lado, que se incruste paulatinamente en los medios privados que repudia el presidente.
Por el momento está figurando en medios como Milenio y Televisa, porque suponen que es el elegido del señor para liderar al clan que ansía el nuevo grupo de poder político que tiene picaporte a Palacio Nacional.
Aparentemente esta es la estrategia en ambos bandos, a menos de que los “orgánicos” estén decididos a dar la batalla sin dejarse amedrentar, porque si se deciden a no dejar tan fácil los espacios donde colaboran, la batalla podría ser histórica por la información que pueden sacar a la luz pública con profundos análisis, hechos verdaderos y reseñas de convencimiento social.
Este es un escenario interesante, porque, reconózcase o no, don Andrés no tiene mucha tela de donde cortar parches de altura y solvencia para escribir en medios y narrativa convincente para desarrollar la línea que se pretende dictar desde Palacio Nacional.
Para entender mejor el camino por donde pretende ir don Andrés contra este sector, bastaría consultar lo que dijo don Andrés en la mañanera mencionada, donde comenzó a dar algunos nombres sobre por quienes va y señales de los grupos que quiere sacar de este sector que financia el gobierno.
Aquí algunos de sus señalamientos: “Vamos porque ya no todo sea en el modelo neoliberal, porque parecían escuelas de cuadro para el neoliberalismo, institutos, universidades, formando profesionales académicos con esa concepción; ahora tiene que cambiar todo, pero no imponer nada, no porque tú eres de la escuela de Krauze tienes becas como creador a ti no, tú eres de la escuela de Nexos, de Aguilar Camín, a ti no”.
Y si no es éste el objetivo como parte de la estrategia del nuevo poder que se quiere instaurar en México, pues entonces la cosa está perdida y el país se encuentra solo en un rumbo inercial que a muchos embarcará y pronto se restaurará el neoliberalismo, pero con mayor fuerza.
Que quede para la reflexión, porque López Obrador parece no querer intelectuales improvisados, oportunistas, malinchistas, confusos y todo lo demás que acostumbra expresar, sino que comulguen con sus ideas, que lo apapachen en sus escritos y hagan constantes referencias a las causas populares y para ello también mencionó ejemplos al decir, en la misma mañanera, lo siguiente:
“Necesitamos los Diego Rivera de ahora, los Orozco, los Siqueiros, los Tamayo, en el caso de la pintura; y así en el caso de la escritura y la investigación, las ciencias sociales igual…”
¿Entendido?