*Multimillonario fraude al Infonavit

*En la mira dos exdirectores

*Sirve de estrategia electoral para AMLO

En cuanta oportunidad tiene, el presidente Andrés Manuel López Obrador se ha referido a la corrupción que imperó durante el sexenio del priísta Enrique Peña Nieto y no se cansa de fundamentar su denuncia con lo ocurrido en Pemex y en el Infonavit.

Sobre la primera empresa ya es harto conocida la forma en que el ex director Emilio Lozoya Austin se dejó embarrar las manos con multimillonarias cantidades de dinero de la empresa más corruptora de América Latina, Odebrecht, según está abiertamente documentado en los países por donde se mantuvo haciendo negocios durante varios años.

Y sobre la segunda, el inquilino de Palacio Nacional comienza a soltar destellos de que casi tiene listo el operativo para ir tras el ultimo director general de esa institución, David Penchyna Grub o por su antecesor en el cargo Alejandro Murat Hinojosa, actual gobernador de Oaxaca y ambos también priístas .

Como se sabe, el hidalguense Penchyna fue convencido por Peña Nieto para que pidiera licencia de dejar su escaño en el Senado de la República a partir de marzo del 2016, a fin de que se hiciera cargo del Infonavit, pues meses antes había cumplido a cabalidad con la construcción de la reforma energética que aprobó la 62 Legislatura, también ordenada por el entonces inquilino de Los Pinos.

Bueno, pues de igual forma es harto conocido que Lozoya Austin está prófugo de la justicia mexicana y si ahora aparece una línea de investigación de las maniobras que orquestó Penchyna Grub para tapar o perfeccionar los contratos ilegales que por miles de millones de pesos otorgó en el año 2015 el Infonavi, cuando el organismo era administrado por Murat Hinojosa, pues se confirma que López Obrador está operando la caza de corruptos, pero de acuerdo con la proximidad de los tiempos electorales.

Por ello casi desde que comenzó con sus mañaneras hizo alusión a que en su sexenio de la “cuarta transformación” ya nadie ganaría más que el presidente de la República y para dimensionar lo que llama insultante saqueo de la administración pública, prometió que se acabarían los sueldos de 700 mil pesos mensuales y paulatinamente fue identificando al funcionario que registró esos ingresos durante el peñismo.

Las primeras señales de este último escenario afloraron el lunes pasado, cuando López Obrador apareció en su mañanera radiante de felicidad, pues el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, llevaba un cheque por dos mil millones de pesos que serán destinados para financiar los programas sociales que está ofreciendo al pueblo desde que se encaramó en el poder político de México.

Pero de dónde cree usted, grilloso lector, que salió ese multimillonario paquete de dinero que entregó el fiscal al presidente, vía el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, pues del Infonavit y de acuerdo con lo que se está publicando en diversos medios, se trata de un desvío indebido de dinero por cinco mil millones de pesos que se hizo bajo la administración de Murat Hinojosa y solapada por Penchyna Grub.

El asunto está relacionado con una empresa dedicada a la industria de la vivienda, a quien la 4-T le canceló los contrato mal habidos y los propietarios fueron obligados a devolver el multimillonario paquete de dinero caliente que reciberon del Infonavit para no quemarse las manos.

Así las cosas, no se necesita ser erudito para conocer el resultado final que tendrá este asunto, pues si López Obrador denunció una y otra vez con odio a flor de labio el saqueo de Penchyna Grub por el sueldo de 700 mil pesos mensuales que se auto-asignó, pues la lógica más elemental nos dice que hay mucho más en los expedientes de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, quien conjuntamente con la Fiscalía General de la República, están a punto de concluir la investigación y alguien tendrá que parar en la cárcel, pues el daño que sufrió el organismo que administra el patrimonio de los trabajadores fue multimillonario.

La pregunta es si López Obrador deja correr los tiempos de la justicia o sigue con la estrategia de alargar las investigaciones para dar el golpe cuando los tiempos electorales estén en puerta, pues también es lógico asimilar los efectos que causa este tipo de anuncios entre los votantes. Así se lo hicieron a él cuando era opositor y tan aprendió bien de sus maestros priístas, que ahora les aplica lo mismo… ¿O hay alguna duda?… Que quede para la reflexión.

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