*Necesario refundar el gobierno
De cara a la elección para ocupar la presidencia nacional y la secretaría general de Morena, busco la mejor opción para la continuidad, pero también el posible rumbo de la pauta ideológica del Partido.
Me inquietan el qué y los cómo. Creo en el Proyecto de la 4T. Hay que refundar el gobierno ponderando los valores de ética, honradez y servicio, pero no se trata sólo de poner a trabajar a las buenas personas, sino –fundamentalmente– buscar de entre los buenos, a los mejores y abanderar en el frente a aquellas personas que sumen conocimiento, experiencia y voluntad.
Enseguida, debemos ponderar a quien realmente crea en un proyecto y se reconozca como parte de su engranaje. Es tiempo del trabajo en equipo y de la conciencia de unidad, en donde quien dirige sabe que de él dependen los que vienen detrás. Por eso, tan importante es elegir a un representante, como, inmediatamente después, poner a trabajar todo el aparato ideológico en la capacitación de cuadros fuertes, profesionales y, sobre todo, bien documentados, para seguir llevando en hombros a Morena.
Por esto, por su trayectoria y por lo que viene por delante, estoy con Porfirio.
Si bien es cierto que Porfirio Muñoz Ledo es el ciudadano que posiblemente ha arrostrado más candidaturas a puestos de elección popular, lo verdaderamente importante ha sido su incidencia contestataria y beligerante ante la ineptitud y el compadrazgo.
Es decir, Muñoz Ledo ha estado en todas las coyunturas políticas para señalar el rumbo del discurso, las prioridades, las políticas públicas y los principales derroteros que deben (o debieron) seguirse.
Siempre PML ha tomado la batuta y hoy por hoy es uno de los políticos más preparados que tiene México, con un profundo conocimiento y capacidad de analizar los grandes problemas que aquejan a nuestro país. Asimismo, es un internacionalista que sabe de la importancia de la consolidación de un bloque latinoamericano lo suficientemente robusto como para no palidecer ante la presión de los países que dictan sus propias políticas según los intereses empresariales.
En cuanto a si conviene o no a Morena la dirigencia de Muñoz Ledo me parece imprescindible destacar que, si bien la fundación de un partido ocurre desde la coincidencia ideológica de un colectivo fortalecido en la experiencia, a la hora de contender en las urnas, “quien dirige mayores huestes, amarra más correas”.
Sí, el poder de convocatoria es un poder de adhesión al mismo proyecto, sin embargo, entre mayores sean los grupúsculos sumados, mayores serán los compromisos adquiridos.
Ya tenemos la amarga experiencia del PRD y su triste destino como criadero de chapulines y hospedero de los intereses del mejor postor. Muchos creíamos que ese partido había nacido desde el corazón de la izquierda moderna y con una visión conciliadora.
Al final –y no podía ser de otra manera– ganaron una a una las acciones que favorecían los intereses tribales, frente a los problemas reales que debían defender.
Por consiguiente, sus políticas públicas terminaron siendo más populistas que necesarias y quedó extraviada para siempre la posibilidad de legislar sobre una agenda acorde a los tiempos que corren y donde los asuntos de algunas huestes no pueden ni deben ser prioritarios.
Por lo tanto, si asumimos que la 4T es un trabajo de todos, no deben triunfar los separatistas, sino quienes apoyan y fortalecen a su Comité Ejecutivo no desde el “apapacho” y la condescendencia, sino desde la crítica y la objetividad, desde el análisis y la solución y, sobre todo, con la absoluta libertad de actuar con la voluntad popular, con su beneplácito y aprobación, sin más compromiso que actuar en conciencia y consecuencia.
#PartidoDecentePorfirioPresidente
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