*Las enseñanzas de Trump

El Capitolio de la Unión Americana es poder de origen, ejerce la supremacía de juzgar a los otros poderes y someterlos a su control, constituye un contrapeso para que el poder controle al poder.

Por eso Trump está sujeto a juicio político (Impeachement), el cual sólo ha sido aplicado a dos presidentes anteriormente (Andrew Jackson en 1868 y Bill Clinton en 1998) ninguno fue destituido, cierto; y es posible que Trump tampoco, porque dispone de mayoría en el Senado, aunque el 51% de los estadounidenses piensa que cometió algo ilegal.

La experiencia que se debe asimilar es que en México el presidente no es sujeto de responsabilidad (art. 110 constitucional) durante su mandato, aunque después sí, según dijo en su momento el diputado Lizalde en 1917.

Las recientes reformas al fuero constitucional de la LXIV Legislatura, amplió el catálogo de delitos imputables a los servidores públicos, pero no incluyó el referente a las violaciones a la Constitución.

Tampoco la revocación del mandato es un equivalente al cumplimiento o no de la responsabilidad oficial.

Además, la Comisión jurisdiccional del Congreso se encuentra blindada por otra similar que rechaza toda demanda de juicio político.

La reciente censura de que fue objeto el diputado Muñoz Ledo que le impidió mostrar la contención y disolución de la caravana migrante en la frontera con Guatemala, es un atentado a la Constitución y al reglamento interno del Congreso, además de que rompe con el principio esencial del Parlamento para que nadie pueda ocultar lo que la nación requiere conocer.

El acto de prepotencia de la Mesa directiva de la Comisión Permanente canceló la libertad de expresión y violó el fuero constitucional de los congresistas de la LXIV Legislatura, como signo de decadencia.

Los representantes demócratas de los Estados Unidos han sido capaces de someter al emperador presidente Donald Trump por abusos de poder, al pretender por medio del soborno favorecer su interés personal por encima y en contra del interés de la Unión Americana. Sólo ese hecho, en sí, despierta la esperanza.