Conocí a Rosario Ibarra de Piedra en 1983, en una comida de editorialistas de El Universal a la que había sido invitado.

Cuando terminé mi trabajo de investigación de licenciatura “La Sociedad de la Basura” en 1980, se me abrieron las puertas del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

Como resultado de mi investigación se publicaron dos libros y también se publicó en la prensa.

En 1982, escribí en El Universal 5 artículos sobre la basura de la CDMX, con el título “Ahogan 12 mil toneladas diarias de basura a la Ciudad” (o algo así).

El primer artículo apareció un lunes, como nota principal, “A ocho columnas”, como la llaman los periodistas.

El resto de la semana, los cuatro artículos restantes, aparecieron como “Cabeza”, en la parte superior del periódico.

El Universal me invitó a ser editorialista.

Fue en una de esas reuniones cuando conocí a Rosario Ibarra de Piedra.

Después de presentarnos en la mesa los asistentes, la gente del Universal le pidió hablar a doña Rosario para que hiciera un relato de su vida. Ella narró la triste historia de su hijo desaparecido.

Era una crónica pesarosa sobre un Estado autoritario (el mexicano) que desapareció a miles de jóvenes y ciudadanos por ser disidentes del régimen, en la llamada Guerra Sucia.

Durante el tiempo que estudié sociología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (1973-1977), los movimientos guerrilleros eran muy frecuentes.

Había muchas convocatorias para que los jóvenes se incorporaran a actividades subversivas en distintos estados de la república.

Un querido amigo (no doy su nombre) partió a Guerrero. Trabajó como guerrillero y perdimos contacto con él. Dos años después nos enteramos que murió asesinado por el ejército.

En su velorio, al hablar con uno de sus hermanos mayores, me dijo: “Esto es natural. Tu amigo se volvió un terrorista. Se volvió un asesino. Se volvió un secuestrador… Por eso lo asesinaron”.

El día que estaba frente a Rosario Ibarra de Piedra y después de escucharla, sentí la necesidad de levantarme y decirle las palabras del hermano de mi amigo. Su hijo también había sido un terrorista, un asesino y un secuestrador.

Afortunadamente —junto a mí— se encontraba Naranjo, el caricaturista, quien me aconsejó: “No lo hagas. No digas nada. No vale la pena. Rosario ya es un símbolo”.

Y efectivamente, Rosario con la pena de haber perdido a su hijo —sin localizarlo en toda la vida— se convirtió en un ejemplo de revuelta para muchas otras mujeres… Se transformó en un ejemplo de tenacidad y de lucha.

Desde luego que eso no aminora los delitos que pudo cometer su hijo, pero vale la pena recordarla ahora, con motivo de su reciente fallecimiento. Por todo su valor para incorporarse como opositora feroz a los viejos gobiernos federales heredados por el PRI y por el PAN.

Eso me hizo pensar en el momento que vivimos actualmente.

Tal parece que vivimos en una fantasía.

En un lugar donde una realidad existe, frente a una serie de sueños que la imaginan de forma distinta.

O sea, existe una realidad, pero los sueños que la interpretan pueden ser totalmente diferentes.

Es como llegar al País del Nunca Jamás… ¿O me equivoco?

LA GUERRA DE LOS SUEÑOS

Durante los últimos días de asueto me encontré con un libro: “La guerra de los sueños (Ejercicios de ciencia-ficción)”, de Marc Augé (Gedisa, 1998), que no es un texto sencillo, pero está lleno de ejemplos de este profesor de Antropología y Etnología.

¿Quiénes son los dueños de la realidad? ¿Quiénes son los dueños de los sueños?... ¿Y cómo los interpretamos los demás?

O podríamos preguntarnos: ¿Cómo se transmite la realidad? ¿Cómo se transmiten los sueños?... ¿Y cómo los interpretamos los demás?

La votación en la Cámara de Diputados sobre la Reforma Eléctrica el pasado domingo 17 de abril, es una buena excusa para responder estas preguntas.

La reforma Eléctrica impulsada por AMLO y la 4T está basada en los intereses de la Nación.

La electricidad (además de ser un derecho humano), es un bien que debería ser controlado por el Estado, para evitar la explotación privada que existe en muchos otros países del mundo y que afecta a la mayoría de la población.

Con esta reforma no se trata de recrear un monopolio. Se trata de garantizar al Estado un 54 por ciento del manejo y el resto (46 por ciento) que quede en manos de las industrias privadas, supervisando evitar los privilegios excesivos que están ansiosos por conseguir estas últimos.

Le doy un ejemplo: el huevo.

Los humanos somos consumidores cotidianos de huevo… por todo el mundo.

México es uno de los principales países consumidores de huevo.

¿Cómo conseguir la producción suficiente de huevos para todos los compradores?: organizando el mercado de producción.

En las enormes granjas productoras de huevo, los pollitos, desde que nacen, se identifica su sexo. Se mata a los machos y se deja vivir a las gallinas, que son las que ponen huevos.

Una gallina normal, productora de huevo, genera diariamente dos huevos, durante un período de 9 meses. Después de eso, deja de producir huevos. Y la matan… Pero de eso ya hablaremos en otra columna.

Algo así debió suceder con la luz.

Los diputados que votaron en contra no son traidores a la patria. Protegen los intereses de los productores privados… Así es la democracia.

Se trata de una visión política muy pequeña de los opositores para sumarse, —por una ocasión— a un proyecto nacional en beneficio de la mayoría.

En nuestra realidad, todos perdemos… Pero mantenemos vivos los sueños.

REBELARSE O MORIR

Se dice: Fue una tragedia más de AMLO.

También, que fue una trampa de AMLO para conseguir la nacionalización del Litio.

Unos aseguran que la oposición salió muy fortalecida y están muy unidos

Otros afirman que el PRI desaparecerá igual que el PRD.

En el País del Nunca Jamás no pasa nada.

No hay muertos. No hay heridos. No hay masacres… No hay corrupción.

Es hora de que los sueños alcancen a la realidad.

LA CUEVA DEL DELFÍN

Apostar por el PRI PAN PRD y MC me parece totalmente inentendible… Apostar por Morena es igual de peligroso… Las elecciones responderán.

¡Vientos huracanados!, si no me mandan a soñar para siempre nos veremos por acá el próximo sábado...

Comentarios, quejas y lamentaciones: Facebook Héctor Castillo Berthier / Email Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. Pág. www.circovolador.org

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