La otrora destacada deportista y triunfadora ejemplar en carreras internacionales, Ana Guevara, actual titular de la Comisión Nacional del Deporte desde el inicio de la mal llamada 4-T, está acumulando hechos que, a la postre, será irremediablemente necesario llamarla a cuentas, gane quien gane la Presidencia de la República en junio próximo…
Hay mucho que se acumula en su contra, no solo por el manejo del multimillonario presupuesto anual que le otorgan sus cómplices legisladores federales morenistas, sino por el paulatino descubrimiento de hechos personales en que se involucra como el que a continuación se detalla…
“Acusan a Ana Guevara en tráfico de influencias. El abogado Víctor Guzmán señaló que la titular de la Conade y su pareja, la diputada Ana Laura Bernal, fabricaron pruebas para despojarlo de su hijo”…
Esta información la difundió el periódico Excélsior en su primera plana del domingo pasado y por tratarse de funcionaria del sector público, genera suspicacias que contradicen los argumentos de impolutos que tanto se cacarean en las mañaneras, pues, además, doña Ana tiene demandas formales de supuesto mal manejo del presupuesto federal…
Como se ve, los morenistas enquistados en el poder político se desenmascaran cada vez con mayor elocuencia y se acercan los tiempos en que el gran jurado, el pueblo, emitirá sentencias…
Y si no, al tiempo…