Las “benditas redes”, como las consideró desde el inicio de su sexenio el presidente Andrés Manuel López Obrador, paulatinamente se convierten en “malditas redes” para el propio mandatario…
Y porqué, se preguntará usted, grilloso lector, y la respuesta está en todo lo que se está difundiendo, pero sobre todo documentando, a través de ese medio de comunicación llamado Internet, dirigido a don Andrés, sobre lo que está ocurriendo en Acapulco después del desastre que dejó el huracán “Otis”…
Es mucho en contra y muy poco a favor, y sería irrespetuoso reproducirlo aquí en forma textual, pues la mayoría de las críticas y reproches llegan al insulto severo y provienen de gente humilde, joven y anciana que perdió lo poco que tenían de patrimonio; que está padeciendo hambre y sed y sienten un futuro incierto porque además están atestiguando las deficiencias del gobierno para atender las dimensiones de esta tragedia que afectó a mucho pueblo…
Y como es conocida su forma de reaccionar, no se descarta que en un momento dado se le salga al inquilino de Palacio Nacional el calificativo de “malditas redes”…
Que quede para la reflexión…