Muy comentadas estuvieron las apariciones del presidente Andrés Manuel López Obrador y el más apreciado de sus colaboradores, Hugo López-Gatell Ramírez, encargado del manejo de la pandemia…

Resulta que a este último las “benditas redes sociales”, como las bautizó el inquilino de Palacio Nacional, lo exhibieron vacacionando en una playa del estado de Oaxaca, donde, según explicó la noche de este lunes, acudió a disfrutar de un “merecido” descanso… Por su parte, don Andrés aprovechó algunas horas de la tarde para practicar su deporte favorito, el beisbol, al tiempo que se justificaba ante la cámara que lo captaba… Al término ordenó a sus colaboradores difundir en las “benditas redes” su tranquilidad y el excelente manejo de la bola y el guante que se utilizan en este deporte inventado en Estados Unidos… Nadie en su sano juicio les negaría el derecho a disfrutar de esos momentos, pero exhibirse así en momentos en que la crisis sanitaria está empeorando, cuando aumentan los fallecimientos, cuando los hospitales están a punto de la saturación, resulta muy imprudente porque se trata de las dos máximas autoridades del país y las señales que envían al pueblo, a querer o no, pronto se reflejarán…