El martes antepasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró lo siguiente: “No cualquiera puede gobernar el país. Y lo que estoy viendo no es suficiente para lo que se necesita. México y su pueblo merecen un mejor destino, no cualquiera. ¿Nada más que porque dice groserías? No…
“¿Y el conocimiento del país? ¿Y el conocimiento de la historia? ¿Y, sobre todo, las convicciones y el amor al pueblo? ¿Dónde está eso?...
“Ya no es el tiempo en que los medios introducían al mercado a cualquier persona como se introduce un producto chatarra, un detergente con mucha publicidad, no, ya no es así, no es cualquier cosa”…
Esas palabras, textuales, desataron en los desayunaderos políticos las más diversas interpretaciones, las cuales mayoritariamente coinciden en que don Andrés confirmó así lo que ha sido este gobierno de la mal llamada 4-T y el rumbo al que conduce su guía espiritual que, primero, fue calificado como peligro para México, y luego, bautizado por sus adversarios como mesías…
O usted, grilloso y avispado lector, ¿qué opina?...