En el Senado de la República se inició el despido de un ejército de trabajadores no sindicalizados por término de la 65 Legislatura y de acuerdo con versiones extraoficiales, de los poco más de mil 500 que liquidaron, 400 fueron clasificados como auténticos “aviadores”.

Para llevar a cabo este proceso de despidos, la mesa directiva que preside la senadora morenista Ana Lilia Rivera Rivera, ordenó un dispositivo que inquietó a propios y extraños por la concentración de copiadoras para acelerar la integración de documentos y entrega de cheques.

Quienes atestiguaron el procedimiento, señalaron que las cantidades entregadas dependían del sueldo que percibía cada trabajador.

Había quienes ganaban cinco mil pesos mensuales menos impuesto y así se clasificaban hasta llegar un salario de 100 mil pesos al mes.

Pero eso dependía de las asignaciones que hiciera el senador al que estaba asignado el empleado y del presupuesto con que fue beneficiado para el desarrollo de su trabajo parlamentario.

Cada legislador se maneja diferente, hay oficinas que tenían registrados en su nómina a 30 trabajadores con 5 mil mensuales pesos y en otras oficinas que tenían 2 trabajadores con 75 mil pesos cada uno

De acuerdo con un análisis elaborado por dirigentes de los tres sindicatos que tiene el Senado, resultó que el personal de base del órganos legislativo estaba rebasado tres veces por el personal de honorarios.

Además queda claro que en estos últimos 6 años de dominio morenistas creció mucho más la planta laboral de confianza, muchos de los cuales fueron comisionados para estar a las órdenes del senador Ricardo Monreal Ávila, a quien entre la base sindical se le conoce como el mayor cacique de posiciones y empleador de trabajadores que tenía a su servicio, pero sin estar concentrados en oficinas internas, sino en externas, lo que se consideró en todo ese tiempo como el “ejército de aviadores con los mejores sueldos”.