¿Y el pueblo de abajo apá?
En su mañanera del martes pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo un recorrido verbal por los lugares más atractivos que la naturaleza les brindó a los estados del sur de México y dibujó los escenarios que se pueden visitar en plan turístico, al tiempo que marcaba las mejores rutas placenteras y satisfacción visual, pero sin darse cuenta que solo hablaba a los ricos y menospreciaba a los pobres que, a rodas luces carecen de toda posibilidad económica para acceder a esos lujos.
Aquí todo lo que dijo textualmente:
“Me gustaría que, los que se dejan llevar por la desinformación, que se subieran, que ahorraran. No les va a costar mucho porque ya está Mexicana, que es también una empresa del pueblo, que es pública y que están más baratos los boletos. Entonces, hay viajes creo que dos o tres días a la semana a Palenque, pues pueden ir a Palenque, la zona arqueológica de Palenque pues algo único en el mundo.
“Si les alcanza el tiempo, después de ir a la zona arqueológica, hay un zoológico de especies regionales, un parque ecológico, se llama Los Aluxes, van a conocer los niños, las niñas, los manatíes, le van a poder dar de comer a los manatíes.
“Y les va a quedar tiempo para ir Misol-Ha. Y si tienen un poco de tiempo, pueden ir hasta Agua Azul, que son cascadas bellísimas. Y si tienen un poco más de tiempo, van a Bonampak, a ver los murales de Bonampak.
“Y si tienen un poco más de tiempo, ahí en Frontera Corozal, muy cerca de Bonampak, está el río Usumacinta que divide el río —que es el río más grande de México— que divide nuestro país de Guatemala, de este lado es México y del otro lado del río es Guatemala.
“Y ahí toman una lancha y río abajo —como lo hacían los mayas en aquellos tiempos, porque esa era la vía de comunicación, la gran autopista, ese río de la civilización maya, de la cultura maya que floreció en esa región— toman una lancha y van 16 kilómetros río abajo, apreciando lo que es eso de lado y lado, y van a llegar a una zona arqueológica que está en una isla que se llama Yaxchilán y van a ver la belleza de estar ahí.
“Si tienen más tiempo, pues por ahí se van, nada más que eso sí requiere de más cuidado porque ya hacia adelante ya el río ya no es navegable porque hay rápidos, caídas de agua en el propio río. Sí es algo único, espectacular, ir a acampar a la orilla del río, llevarse su hamaca, quedarse a dormir ahí, hasta bajar a Tenosique, a Boca del Cerro, donde empieza ya a ser de nuevo navegable el río Usumacinta, hasta que desemboca en el golfo, en el puerto de Frontera.
“Pero si quieren regresar a Palenque, van a Palenque de nuevo y en Palenque ya se pueden subir al tren, y ahí escogen, ahora es irse en el tren a Campeche y es una ciudad bellísima, la ciudad amurallada. Pero, antes de eso, se bajan para ir a Edzná, otra zona arqueológica maya.
“En Edzná, como en Palenque, como en Chichén Itzá, como el Calakmul, como en Tulum, se están construyendo hoteles bellísimos, en medio de la selva, muy cerca de las estaciones del tren. Pero ya ahora pueden ir a Campeche.
“¡Ah!, pero si lo que quieren es ir más adelante, a Mérida. Que es una ciudad muy bella, tiene muchísimas cosas que ver, Mérida sus alrededores, su comida.
“¡Ah!, pero no, no, no me quedo en Mérida, no, quiero ir a Chichén Itzá, entonces, agarren el tren y se bajan en la estación de Chichén Itzá y se van a Chichén Itzá. Y antes de llegar al cenote, van al museo nuevo de Chichén Itzá, o van a la zona que acabamos de abrir, Chichén Itzá, Chichén Viejo, y van a decir: ¡Qué es esto!
“Ah, no, no, no, pero no me gusta Chichén, mejor voy a Valladolid, que es una estación después, Valladolid, la ciudad, bellísima, sus templos coloniales.
“Ah, pero quiero ir a Ek Balam porque quiero conocer los mascarones de la zona arqueológica de Ek Balam’.
“No, pues si ya estoy por acá, pues llego a Cancún. Y ya después, ya me va a llevar más tiempo el regreso por la selva —porque si ya están en Cancún—, pues quiero ir a Tulum.
“Y si ya están en Tulum, no pues quiero ir a Bacalar, a la Laguna de los Siete Colores.
“Pero como Bacalar está muy cerca de Chetumal y en Chetumal hay estación y también hay aeropuerto, bueno, en Tulum el nuevo aeropuerto, ahí llega también Mexicana, ahí podrían regresarse. Pero no se regresen, sigan a Chetumal, que ahora es zona franca, zona libre y van a poder comprar queso de bola, mantequilla, muchas cosas a muy buen precio, hasta camisas, pantalones, zapatos, electrodomésticos; no se van a pagar impuestos en Chetumal, pueden comprar todo, como era antes.
“Pero todavía me queda tiempo y quiero ir al Nueva York de los mayas, a Calakmul, quiero conocer la reserva más grande de México, la reserva de la flora y quiero conocer la fauna nativa más importante de México, la reserva que sólo es superada por la Amazona, un millón 500 mil hectáreas. Y quiero ir en un camino en donde van a cruzar venados y pavos de monte, y armadillos, y tepezcuintles, y van a volar guacamayas. Y ya llego a Calakmul —ahí también va a haber un hotel— y ahora si ya, ya, me regreso.
“Lo mismo, aprovecho, lo del istmo. ¿Saben que ya el istmo es uno de los 10 proyectos más atractivos del mundo, por el paso para unir el Pacífico y el Atlántico, y por problemas que han tenido nuestros hermanos en Panamá? Y ahora es el proyecto más atractivo”.
30/04/2024