Trabajadores sindicalizados del Senado de la República denuncian que la presidenta de ese órgano parlamentaria, Ana Lilia Rivera Rivera, sigue cometiendo injusticias, por ignorancia o manipulada por “su jefe” Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política, y aquí un botón más que fundamenta la falta de probidad de esta 65 Legislatura.
El siguiente es un documento que circula en los pasillos del órgano parlamentario, dirigido a todos los trabajadores:
“Aquí los nombres de los nuevos seis trabajadores de base nombrados por Berta (Orozco) dejaron fuera a los familiares de los trabajadores fallecidos por covid.
1.- Causaron alta el 28 de febrero con retroactivo a enero.
2.- De las 29 plazas vacantes por decesos cinco fueron para los otros sindicatos y seis para el mayoritario.
Las seis plazas otorgadas al sindicato mayoritario de manera arbitraria discrecional y coloridos se entregaron a Eduardo Martínez López, Marco Giovanni González Quintero, Denisse Tirado Uriza, Nelly Yuritzi Posadas Salgado, Yesenia Martínez Sánchez y Carla Díaz Montoya, que es la otra hija de José Luis Díaz.
¿Se te hace justo que la asamblea como órgano máximo de autoridad no fue considerada ni para llegar a acuerdos, ni para rifa, ni para nada?
Se la saltaron y les valió un comino su opinión, ¿por qué hacerlo tan escondidas, habrá corrupción?
Ninguno de nosotros tiene la vida comprada.
Compañera, compañero, para comprar conciencias se les está robando la plaza a los hijos de nuestros compañeros fallecidos.
¿Quién te asegura que no te harán lo mismo cuando el día de mañana faltes como sustento a tu familia?
Analízalo. Democracia sindical ya.
Abril 2024”.
Eso denuncia el documento emitido por los trabajadores inconformes, quienes además señalaron que el asunto fue planteado en la oficina de la Presidenta del Senado de la República, Ana Lilia Rivera Rivera, pero solo obtuvieron como respuesta que “véanlo con su dirigente sindical o con el senador Ricardo Monreal”.