By Mayumi Pérez

La Inteligencia Artificial (IA) ha capturado la atención a nivel mundial, a medida que los usuarios empiezan a interactuar con sus beneficios en las situaciones cotidianas, como en el consumo de publicidad personalizada en redes sociales. Pero en el mundo de los negocios, la tasa de adopción de IA se ha quedado por debajo del nivel de interés hasta 2019.

De acuerdo con un reporte de IBM, pese al alto interés, la adopción empresarial de IA en el sector corporativo se mantiene en menos de 20 por ciento.

DPL News entrevistó Baltazar Rodríguez, consultor de tecnología para IBM (una compañía con 50 años de experiencia en el desarrollo de software), para abordar los temas de adopción, seguridad, y tendencias de consumo de la IA. Una de las principales conclusiones es que, “la data no es un costo, es un activo que no hemos aprovechado en México, ni en otros mercados de la región Latinoamerica”.

No aprovechamos los datos. Hablando de las principales barreras de adopción de IA en el sector corporativo, Rodríguez destaca la necesidad de un cambio de perspectiva respecto al valor que tiene implementar la Inteligencia Artificial de forma gradual en las empresas, además de la escasez de talento humano que se especialice no sólo en el software, sino en un enfoque multidisciplinario de la aplicación. Sin embargo, una de las razones principales es que las empresas en México no están acostumbradas a almacenar datos más allá de tema de cumplimiento legal.

Creer que 5G es la clave de todo. Si bien la aparición de 5G transformará eminentemente todos los negocios, es un error pensar que dependemos de su desarrollo para crear Inteligencia Artificial. 5G generará más data, pero las redes 3G y 4G siguen siendo predominantes en la actualidad.

“Cuando lleguemos a 5G tendremos que estar preparados para una mayor cantidad de datos, pero con la capacidad actual ya tenemos recursos suficientes para generar la industria 4.0 y no necesariamente lo estamos haciendo”, comentó Baltazar.

“Esperar a 5G para desarrollar Inteligencia Artificial implica retrasar, aún más, a los mercados vecinos latinoamericanos que aún se encuentran en la transición a redes LTE, por lo que las redes definidas por software pueden ser una solución”, agregó.

La Inteligencia Artificial es el gran cerebro de la transformación, pero el cómputo en la nube es la columna vertebral. Gracias a los servicios de almacenamiento de la nube es posible contener una gran base de datos sin necesidad de un gran esfuerzo de infraestructura física.

Confianza. Uno de los pilares para la IA es dar confianza a los usuarios, por lo que es clave asegurarnos que la información con la que se alimentan a los motores de aprendizaje sea manejada de forma ética, evitando que tenga el sesgo humano, porque la IA no debe de ser creada con información prejuiciosa.

De hecho, “tenemos la oportunidad de modificar las preconcepciones que hemos construido como sociedad hasta el momento. Si aplicamos herramientas para eliminarlo de forma correcta no sólo crearemos Inteligencia Artificial más justa, sino que vamos a corregir sesgos que históricamente hemos tenido”, agregó el especialista.

Seguridad. IBM ha anunciado su respaldo a los principios que están construyendo las organizaciones internacionales como la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), el G-20 y El Foro Económico Mundial, en pro de la seguridad de las herramientas de IA, destinadas a los ciudadanos, los consumidores y los gobiernos.

Para proteger al consumidor en lo referente a IA deben establecerse códigos de ética, responsabilidad de datos y el compromiso de los desarrolladores a los tratados mundiales sobre uso de datos. Pero “las corporaciones no deben de cargar con la responsabilidad total de proteger al usuario, y no hay ley que avance a la par del avance de la tecnología, por lo que debe fomentarse la responsabilidad del usuario sobre los permisos que damos a nuestros datos”, afirmó Baltazar Rodríguez.

¿Cómo logramos implementar IA en América Latina?

El especialista de IBM señaló dos recomendaciones a los gobiernos latinoamericanos para facilitar la implementación de IA: la primera es entender que los datos de los ciudadanos es un recurso natural, y debe de tener la misma importancia que otro recurso natural como el agua o el petróleo. “La generación de valor a futuro va a tener mayor relación con la explotación de la información que de recursos naturales”, apuntó.

La segunda recomendación gira en torno a analizar qué pasa en otras geografías fuera de Estados Unidos, ya que Europa está avanzando más que en otras latitudes en temas de normatividad, y en Asia se están explorando nuevos modelos de negocio que podemos estudiar para futuras aplicaciones.

¿Hacia dónde va la IA?

El crecimiento de la IA en los próximos años tocará cuatro sectores principalmente: el terreno de seguridad; la personalización, lo que implica nuevos modelos de vinculación entre consumidores y marcas; en el ámbito de la asesoría, por su capacidad predictiva; y su uso para la detección de patrones de consumo, claves en industrias como la publicidad.