A pesar de la guerra económica emprendida contra Rusia, esa nación mantiene influencia en el mercado mundial de productos básicos como los energéticos y fertilizantes; esta situación vulnera a las economías europeas, dependientes del suministro de gas natural ruso, afirmó la académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Imelda Ibáñez Guzmán.

La experta señaló que los intentos de aislar a ese país han resultado contrarios a los objetivos esperados y recordó que uno de los aspectos a destacar en el conflicto de esa nación con Ucrania, es la seguridad energética.

En ese contexto, los gobiernos europeos trabajan para buscar una vía alterna y así mejorar su seguridad energética, incluyendo los parámetros de su agenda climática.

Por ello, decidieron impulsar un proyecto para reenergizar la región, es decir, un plan cuyo objetivo es acelerar el cambio a energías verdes y que en el largo plazo contribuirá a dar mayor sustento a las políticas ambientales de los países que la conforman. Sin embargo, esta estrategia en el corto plazo no se ve posible porque falta preparación.

“Es una estrategia muy importante, pero en el corto plazo, para el próximo invierno, no existe una base que sustente que se dejará de depender del gas ruso. Esto es, sin duda, un gran reto para la Unión Europea (UE)”, recalcó la universitaria en el podcast de esa entidad académica, Construyendo el debate. Rusia y la UE: La lucha por los energéticos,

Bajo la influencia de las sanciones contra Rusia, se espera que con la reducción del suministro del energético la crisis del gas en Europa para la temporada invernal del 2022 se agrave aún más, detalló Ibáñez Guzmán.

A partir del 9 de agosto pasado se implementa un plan de contingencia para ahorrar energía; se propone que los países de la Unión Europea reduzcan voluntariamente su consumo de gas en un 15 por ciento; si eso no es suficiente las medidas de ahorro pasarán a ser obligatorias.

Hasta ahora, detalló la experta, Rusia ha decidido detener las entregas de gas natural a Letonia, Polonia, Bulgaria, Dinamarca, Finlandia y Holanda, por no cumplir con el sistema de pago en rublos establecido por el gobierno de Vladimir Putin. “Debido a las sanciones occidentales en su contra, esa fue su respuesta”.

Ante el plan de reenergizar la UE, el presidente ruso no muestra preocupación. “La cooperación con los estados del bloque noratlántico pasó a un formato de ruptura y no retorno, por lo que ahora Rusia busca diversificar sus mercados para el comercio de energéticos, entre otros productos”.

Esta crisis va a provocar grandes cambios, entre ellos “el nacimiento de una multipolaridad, ante una unipolaridad que ya se encuentra rota”. Esta reconfiguración geopolítica será interesante para los estudios de la política mundial y de las relaciones internacionales, finalizó Ibáñez Guzmán.

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