Cuando Yeidckol Polevnsky, junto a su círculo cercano de colaboradores decidieron judicializar el proceso interno de Morena, mostraron a la militancia su verdadero rostro derechista bajo el disfraz de izquierda, conservador bajo la fachada de liberal progresista y entreguista bajo su mal entendida y enfermiza política de alianzas.
Todas las alianzas políticas desde la visión de un partido de izquierda, históricamente han sido (y morena no puede ser la excepción) con organizaciones sociales, partidos políticos o individuos, con quienes se comparten programas de lucha en común, tales como la defensa de los recursos naturales de la nación, equidad de género, educación pública, crítica, científica y popular, libertad de asociación y de expresión, entre muchas otras demandas de carácter político y social.
La visión política que tiene Yeidckol Polevnsky para morena y su militancia, no es electoral, es electorera, profundamente pragmática y pigmea. Se limita en buscar posiciones de poder público, bajo el timorato argumento de que esta es la vía para cambiar las profundas condiciones de desigualdad social en el país. Es la movilización ciudadana, las calles y plazas públicas las que empujan leyes más justas, el parlamento y la protesta social cuando ésta llega a ser necesaria, no están peleados, se complementan.
Señora Polevnsky, el pueblo nos dio su confianza en las urnas el 1 de julio del 2018, no para administrar el corrupto sistema de partidos políticos, nos dio su confianza para transformar, para regenerar la vida política del país. ¿Acaso usted cree que morena en alianza con ese burdel llamado Verde Ecologista, con la Santa Inquisición llamada PES, con los Barbosa, Jaime Bonilla, Lilly Téllez, Manlio Fabio Beltrones y Alejandro Gutiérrez, vamos a transformar y regenerar el dañado tejido social de México y sus corruptas instituciones, tales como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación e Instituto Nacional Electoral, a donde usted condujo parte de los destinos de nuestro querido partido movimiento, al judicializar el proceso de selección interna de la dirigencia de morena?
Sean cual sean los fallos del TEPJF y del INE, en relación al VI Congreso Nacional Extraordinario de morena del pasado 26 de enero, es indudable que junto con la Suprema Corte de Justicia de la Nación y todos los aparatos del sistema judicial y electoral en México, requieren ser revisados a profundidad, solo así podrán responder a los intereses del pueblo y no a una élite de poder político y empresarial.
No faltan los matraqueros del viejo sistema de partidos en México, que dicen que ahora sí hay que respetar los dictámenes de los organismos electorales del país, ya que aun con su larga carrera de fraudes en 2006 y 2012, respetaron el triunfo de AMLO y morena en la jornada electoral de 2018. Tanto el INE como el TEPJF, respetaron el triunfo del pueblo esta vez, no por gusto, lo respetaron por la simple y llana razón de que la ciudadanía los ahogó en las urnas con más de 33 millones de votos a favor de la izquierda.
Miles de mexicanos construimos morena para transformar, no para cohabitar con los verdugos y saqueadores del país; morena es antes que partido político, un movimiento de masas; palabra que se rebela ante la injusticia, venga esta de donde venga; morena es palabra en movimiento y acción política de izquierda, no esta postración a la que nos ha conducido la judicialización de su vida interna.
¿Morena tiene que ser incluyente de cara al país? ¡Por supuesto! Que incluya en sus filas a las mejores hijas e hijos de México.
Fraternalmente.
Movimiento Regeneración Nacional, morena, Comité de Minnesota.
¡Por una Nueva República, Justa, Democrática e Incluyente!
Francisco Chávez.
Secretaría de Formación Política e Ideológica de morena Minnesota.
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