La mandan a la “congeladora”

El diputado federal Arturo Huicochea Alanís propuso reformas a la ley para que la desigualdad de derechos entre hombre y mujer no arrastre más a los hijos que, en muchas ocasiones, se ven arrastrados al sufrimiento por no contar con la seguridad social que el Estado obliga a proporcionar.

Aquí la reseña que hizo el legislador desde la sorda tribuna parlamentaria durante la sesión pública ordinaria del martes pasado:

“Hace cuatro años, Antonio Barca, un padre de familia trabajadora, intentó inscribir a su hijo en una guardería del Seguro Social, como no era viudo, no estaba divorciado y, por tanto, no tenía la custodia de su hijo, y a su vez su esposa había abandonado el empleo para criar al segundo vástago de ese matrimonio, no pudo inscribirlo. Su historia se convirtió en caso emblemático de millones de padres y madres de familias.

“La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por fortuna, tomó el caso y determinó que dichos supuestos van en contra de los principios constitucionales de igualdad entre el hombre y la mujer, del interior superior de la niñez, además de que atenta contra el derecho a la seguridad social.

“Hace dos semanas, apenas el 2 de julio, en Ginebra, Suiza, dos organizaciones civiles, GIRE y X Justicia, solicitaron al Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, que recomiende al Estado mexicano, publicar y acabar este tipo de prácticas discriminatorias, a eso obedece, a eso responde la iniciativa de reformas a los artículos 201 y 205 de la Ley del Seguro Social. Se trata, pues, no sólo de un imperativo jurídico, sino en un deber ético frente a las mujeres y frente a los niños.

“Pese a que son muchas las formas de protección que garantiza el Seguro Mexicano del Seguro Social a sus derechohabientes, la norma limita el acceso a guarderías para mujeres trabajadoras, padres divorciados o viudos, siempre y cuando no contraigan matrimonio nuevamente o se unan en concubinato.

“Datos del propio estatuto señala que sólo uno de cada diez menores de cinco años es atendido en alguna guardería pública, no obstante que los trabajadores lo entregan todo, muchas veces se encuentran en dificultades velar por los que más quieren, sus hijas, sus hijos.

“Si bien es cierto que las instancias infantiles fueron creadas para permitirle inicialmente a las madres trabajar, la gran mayoría de las trabajadoras paradójicamente no tienen seguridad social, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, más de dos y medio millones de madres trabajadores no están afiliadas al IMSS y por tanto se ven obligadas a no trabajar para cuidar de sus hijos.

“En se mismo sentido, la exclusión de los hombres derechohabientes de los servicios de guardería genera un efecto perverso, dado que sus esposas no están trabajando, ni uno, ni otra, pueden dejar a sus hijos en guarderías y nuevamente son las mujeres quienes lo pagan, pues se ven obligadas a repetir eternamente el rol de madres, amas de casa y madres de familia.

“El Inegi reporta que seis de cada diez personas que realizan alguna actividad doméstica en México son mujeres que destinan en promedio 47 horas a trabajar en un trabajo que no sólo no es remunerado, sino que no les permite dedicarse a lo que muchas de ellas quisieran.

“Por eso proponemos, reformando dos artículos, alcanzar tres beneficios, fortalecer el rol de la mujer en la economía nacional, dado que son más de la mitad del potencial de talento del país y eso permitiría nuestra competitividad a largo plazo a arrancar de manera significativa.

“Dos. Proteger el interés superior de la niñez, ya que nueve de cada diez niñas o niños no pueden acceder a guarderías y suelen quedarse solos.

“Tres. Proteger el bolsillo de las familias mexicanas, garantizando que sea el Estado el que cubra las guarderías, sin necesidad de que los trabajadores contraten servicios particulares.

“El trabajo es ciertamente el pilar de la sociedad, es el que inyecta energía y permite a la sociedad en su conjunto funcionar.

“Los mexicanos somos una sociedad de mujeres y hombres que creemos en la cultura del esfuerzo, que somos trabajadores y que hacemos esto para engrandecer la patria para proteger a la familia y cuidar lo que más queremos.

“Hagamos pues lo que nobleza obliga, igualemos condiciones entre mujeres y hombres, cuidemos de la niñez, impulsemos la economía, pues queda claro que el futuro de México depende del presente de los niños y el presente de las mujeres.

“Así pues, engrandezcamos a la nación”.

Al término de su propuesta, la presidenta de la mesa directiva, Kathia María Bolio Pinelo, ordenó que la iniciativa de ley se turnara a

la Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados, donde téngase por seguro que dormirá eternamente el sueño de los justos.